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La presencia del atacante Miguel Rodríguez con el grupo ha sido la principal novedad en la vuelta a los entrenamientos del Celta de Vigo, después de que la semana pasada trabajara con el filial por decisión de los dirigentes del club.
Al canterano le resta un año de contrato con la entidad que preside Carlos Mouriño, y el Celta ordenó la semana pasada a Rafa Benítez que no contase con él en el amistoso contra el Wolfsburgo porque las negociaciones para la ampliación de su vinculación se habían roto.
No obstante, en las últimas horas los agentes del futbolista gallego retomaron los contactos con el club vigués, que levantó el castigo a Miguel Rodríguez, a quien Benítez ha incluido en la convocatoria para el último amistoso contra la SD Compostela en Santiago.
