El cantante puertorriqueño Ricky Martin se ha enamorado esta noche de A Coruña con solo una 'mordidita'.
Ricky Martin no estaba en el Coliseum de A Coruña desde 2017, su única vez en la ciudad, y repitió lleno en una noche con más de 8.000 espectadores.
En un inicio con mucha energía, con 'Pégate', 'María' y 'Adrenalina' se llevó el primer aplauso del día cuando informó de que "España va para la final”, tras ganarle a Francia, en un partido que terminó casi al mismo tiempo que empezaba el concierto.
"No me olvido de A Coruña. Gracias por estar aquí de vuelta", dijo tras agradecer al público su "fuerza" y su "sonrisa".
"Esta noche vamos a recordar viejos tiempos. Esta noche voy a cantar canciones que ustedes llevaron a los primeros lugares de popularidad. Esta noche voy a contar mi historia. Esta noche lo vamos a pasar bien, ¿sí o no?", gritó.
Con un sí atronador, ha seguido con el concierto: "Coruña, aquí tienes lo mejor de mi música, te amo", agregó antes de continuar.
Los siguientes temas fueron 'Shake your bon-bon', 'Lola, Lola, 'La bomba', 'Disparo al corazón', 'Asignatura pendiente' y 'Tal vez'.
"Seguimos en este rollo romántico un poco más", prosiguió antes de interpretar 'A medio vivir', 'Fuego de noche, nieve de día', 'Te extraño, te olvido, te amo' y 'Tu recuerdo'.
Con este último jugó después con el público, al que recordó que su recuerdo le "hace bien" porque es su "combustible" y su "alimento".
"Tengo vicio de vosotros", aseguró para volcarse con 'La mordidita', con A Coruña entregada a esa 'mordidita' de su boquita.
El idilio de Ricky Martin con la ciudad quedó sellado con un tema que mostró que basta con un mordisco a la ciudad para caer rendido.
'Vente pa'ca', cantó a continuación el público, tras la interpretación de 'Por arriba, por abajo', previa a los dos grandes temas de la noche.
Bajo kilos de confeti rosa, el Coliseum siguió un concierto vibrante y eterno, que parecía que no dejaba de crecer, siempre hacia arriba y con cada canción más intensa que la anterior mientras el cantante y su equipo no dejaban de bailar en un escenario muy dinámico.
'Livin' la vida loca' y 'La copa de la vida' fueron las dos últimas canciones, aunque Ricky Martin tuvo tiempo para recoger una camiseta de la selección española de fútbol.
Con ella puesta, se llevó otra ovación y recordó a los venidos de otros países, como Cuba, Venezuela, Brasil, Francia o Alemania.
"Todos aquí, unidos, en A Coruña", añadió mientras contaba banderas, entre las que también mencionó a la arcoíris.
Fue una velada mágica, llena de temas míticos y con un público veterano que sigue al cantante desde sus inicios, aunque también con jóvenes que lo escuchan en su última etapa.
La química entre el artista y sus seguidores fue evidente, todos estuvieron cómodos como un surfista que llega a su playa favorita, tan típicas de las costas gallegas.
Siempre cercano, no dejó de interactuar antes de una despedida con amor ya pasada la medianoche: "Os quiero".
Ricky Martin llegó a la ciudad, pegó su 'mordidita', se enamoró, enamoró y, como un pájaro, voló, quién sabe hasta cuándo.