El Patronato de la Alhambra y Generalife ha sacado a licitación los trabajos de restauración de las yeserías interiores de las tres alcobas laterales de la Sala de los Reyes, una actuación presupuestada en 115.409 euros y que busca frenar su deterioro y mejorar su lectura.
La ubicación de las yeserías, en estancias abiertas, hace que estos bienes, "además de verse afectados por las alteraciones propias del soporte murario, presenten otro tipo de alteraciones acentuadas por la acción medioambiental como erosiones, disoluciones o disgregaciones", ha explicado la directora general del Patronato de la Alhambra y Generalife, Rocío Díaz. Con un plazo de ejecución de catorce meses, la intervención se enmarca dentro de la programación anual de actuaciones de la Alhambra. Los bienes objeto de la intervención son los paños de yeserías que cubren los paramentos de las tres alcobas ubicadas en la zona este de la Sala de los Reyes, cuyas bóvedas presentan pinturas sobre piel que se conocen como la Fuente de la Juventud, los Reyes y la Dama jugando al ajedrez.
En los paramentos de entrada a las citadas alcobas, la actuación se limitará en los capiteles y el intradós del arco, según recoge el proyecto. Lo importante, según la directora, es garantizar su estabilidad sin perjudicar su resultado, "de ahí que los criterios de la actuación serán los de mínima intervención y mantendrán la huella del paso del tiempo y los deterioros sufridos".
La metodología de trabajo vendrá precedida por los estudios preliminares que se efectúen sobre la obra en la fase inicial (históricos y de diagnosis), con objeto de aplicar posteriormente tratamientos de intervención encuadrados en el ámbito meramente conservativo, para devolverle su integridad física y proporcionarle una lectura correcta, sin recurrir a reconstrucciones ni añadidos de elementos nuevos o innecesarios.
La Sala de los Reyes es el espacio más emblemático del Palacio de los Leones de la Alhambra. Lugar de reposo y tertulia, se estructura en torno a un gran vestíbulo, de más de 30 metros de longitud, que servía de escenario para las más variadas recepciones y representaciones festivas.
El espacio está dividido en tres alcobas de planta cuadrada, rematadas con cúpulas de mocárabes que sobresalen de la cubierta general a semejanza de linternas -otro elemento característico de la arquitectura nazarí-. Estas salas se ven fraccionadas perpendicularmente por grandes arcos dobles de mocárabes.