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Huelva

La Sierra planta cara al éxodo rural desde las aulas

El centro Adersa 1 desafía al éxodo rural con un proyecto educativo que conquista a las familias de la Sierra, incrementándose un 30% las matriculaciones

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  • Distintas actividades en el colegio Adersa 1 de la Sierra de Huelva. -

La lucha contra la despoblación en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche tiene un valioso aliado en las aulas del colegio rural Adersa 1, que atiende a las localidades de Fuenteheridos, Castaño del Robledo, Valdelarco y La Nava y que se ha convertido en un imán para las familias de la zona.

Los datos no dejan lugar a dudas. Según ha explicado a Viva Huelva la directora del centro escolar, Macarena Belchi, este curso escolar 2022-23 se encuentran matriculados en el Adersa 1 un total de 154 niños y niñas, en torno a un 30 por ciento más que el pasado año. Belchi explica que muchos de los nuevos alumnos pertenecen a familias que han decidido trasladarse a la zona buscando las ventajas de vivir en un entorno rural. “La Sierra ha ido ganando alumnado en los últimos cursos y hemos ido subiendo unidades pero con todo esto del Covid el aumento se ha notado mucho más”, explica Belchi.

El colegio Adersa 1 está sabiendo sacar partido de ese éxodo urbano y muchos de los nuevos vecinos de los pueblos del entorno están decidiendo matricular a sus hijos en un centro que se ha colocado en los últimos años como referente de innovación pedagógica. Basta echar un vistazo a la página web del colegio o seguir sus redes sociales para comprobar la vertiginosa actividad del centro, una ecoescuela con numerosos proyectos interdisciplinares, como el Adercirco, que hacen la enseñanza diferente.

Fernando es uno de los padres que ha decidido apostar por el colegio Adersa 1 para matricular a su hija Paula, de 3 años, que este año empezará su vida escolar. Viven en Aracena y tienen otro colegio “al lado de casa”, pero Fernando tiene claro que “merece la pena” apostar por el Adersa 1 aunque tenga que coger el coche cada día para llevar a su pequeña a Fuenteheridos. Frente a un “aula saturada”, dice, ha preferido optar por un centro que tiene “muchas actividades fuera, talleres... tienen un equipo que se mueve muchísimo para poner en marcha infinidad de proyectos”.

Desde Jabugo se desplaza también cada día Judit para llevar a su hija Noa al Adersa 1. La niña  cursa este año segundo de Primaria y Judit ya ha podido comprobar durante cuatro años que no se equivocaba cuando se decidió por este colegio. Entre sus puntos fuertes resalta “la armonía entre maestros y padres” que existe. “Es un cole pequeño, con un ambiente muy familiar y una ratio muy baja y eso se nota”, explica.

La apuesta del equipo docente del colegio Adersa 1 por una educación diferente se deja clara desde el primer día de clases. El pasado 12 de septiembre el colegio celebró la vuelta al cole con una fiesta de acogida a la que no solo asistieron los niños sino también sus familias. Hubo un mercadillo solidario, actividades lúdicas, un desayuno saludable y hasta una batucada. La jornada, indica Belchi, sirvió para hacer evidente el “sello de identidad” del colegio.

Belchi explica que además de las numerosas nuevas familias que se incorporan este curso a la comunidad escolar 17 de los 20 docentes aterrizan por primera vez en el claustro. Los centros rurales suelen ser un destino de paso para los maestros y profesores que inician su carrera profesional. Por eso, actividades como la fiesta de acogida o el ‘Adersa Exprés’ -un recorrido por las cuatro sedes del centro- tienen también a los profesionales como beneficiarios.

Nani Álvarez es una de las nuevas profesoras. Tiene más de siete cursos de experiencia como docente y le han bastado solo unos días para comprobar las ventajas de trabajar en un centro como este. “En los coles rurales tienes más cercanía con el alumnado, todo es más familiar y eso te permite trabajar de forma más intensa con el alumnado”, señala.

Su compañera Julia García, a pesar de que se estrena este año como maestra,  tuvo clarísimo que el colegio Adersa 1 era su destino soñado como profesional. Tanto que fue su primera opción cuando pidió destinos y ese sueño se ha cumplido tras aprobar las oposiciones con la nota más alta de su tribunal. Julia es de un pueblo de la sierra de Sevilla y había echado el ojo a Fuenteheridos como lugar ideal para irse a vivir con su pareja. “Desde que empecé magisterio siempre tenía esa idea romántica de trabajar en una escuela rural y este cole era la cuadratura del círculo, tanto el pueblo como su proyecto me enamoraron”, confiesa.

Julia recuerda que la primera vez que visitó Fuenteheridos vio que las calles estaban cubiertas de poesías, fruto de un proyecto escolar. “Que hiciesen actividades que traspasasen los muros del colegio me encantó”, describe.

Julia es consciente de que trabajar en un colegio como el Adersa 1 no es una tarea fácil porque llevar a cabo un proyecto como este “implica muchísimo trabajo”. Sin embargo, defiende, las condiciones en las que tendrá que hacerlo son insuperables. “El cole es un reflejo de los ritmos de vida del pueblo, aquí vemos las estrellas por las noches porque las farolas miran hacia el suelo, la vida es muy amable y en las aulas estamos de mejor humor”, afirma.

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