El Juzgado de lo Penal número 3 de Huelva acoge a partir de este martes a las 10,15 horas el juicio de D.F.S., acusado del atropello mortal del vecino de Calañas Ramón Cuaresma, cuyo cadáver apareció el 23 de noviembre de 2008 en un paraje próximo a la localidad.
   Según reza en el escrito judicial, al que ha tenido acceso Europa Press, el Ministerio Fiscal le imputa un delito de conducción bajo la influencias de bebidas alcohólicas y drogas en concurso con un delito de homicidio por imprudencia grave, por el que pide cuatro años de prisión y seis años de privación del derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores, así como una falta de estafa, por la que solicita el pago de una multa de 730 euros.
   La Fiscalía considera probado que sobre las 7,00 horas del día 23 de noviembre de 2008 el acusado conducía el vehículo que era de su propiedad, y que se encontraba asegurado por una compañía de seguros, por el Paseo Ramón Regajo de la localidad de Calañas, haciéndolo bajo la influencia de una previa ingesta alcohólica y de drogas, por lo que tenía sus facultades disminuidas, lo cual mermaba considerablemente su capacidad para manejar el vehículo.
   El Ministerio Fiscal señala que en un momento dado perdió el control del turismo y se subió a la acera por su lado izquierdo, acera por la que caminaba la víctima Ramón Cuaresma, a quien golpeó en la rodilla derecha con el faldón delantero del coche, un golpe que le hizo caer a la víctima boca abajo a la calzada, falleciendo de forma inmediata.
   Del mismo modo, indica que tras comprobar el acusado que esta persona había muerto, decidió introducirlo en el maletero del coche con intención de deshacerse del cadáver y evitar así las consecuencias de lo que había hecho, y trasladó el cuerpo al paraje La Laguna, próximo al término municipal de Valverde del Camino y allí lo abandonó, no sin antes apoderarse de la cartera del fallecido, obrando con ánimo de enriquecerse ilícitamente a costa de lo ajeno.
   A continuación el acusado, con "gran frialdad de ánimo", se dirigió a una gasolinera sita en la localidad valverdeña, en la que lavó su vehículo con la finalidad de ocultar cualquier prueba que pudiera incriminarle en la muerte de Cuaresma y para repostar, sirviéndose de la tarjeta de crédito de la víctima para abonar la cuenta, un total de 27,24 euros. Además, obrando el acusado con ánimo de enriquecerse ilícitamente a costa de lo ajeno, le pidió al empleado de la gasolinera que le cobrara 100 euros con la tarjeta y se los entregara en efectivo, operación que en principio fue denegada por el banco, si bien finalmente logró el acusado que le fueran entregados de este modo 50 euros, marchándose entonces del lugar.
   El acusado fue detenido el día 24 de noviembre de 2008 y el instructor acordó respecto del mismo la adopción de la medida cautelar de prisión provisional comunicada y sin fianza, medida que fue modificada por auto de fecha 4 de diciembre de 2008, por el que el instructor acordó que la prisión pudiera ser eludible bajo fianza de 6.000 euros.