Al cierre del año 2006, los alrededor de 170 estancos que hay en la provincia de Huelva vendieron más de 60 millones de cajetillas de tabaco, cifra que al término de 2012 se redujo considerablemente hasta los 33 millones de paquetes vendidos.
Para tan llamativa caída se puede interpretar que las campañas contra el dañino tabaco y su consecuente mala imagen, el progresivo incremento del precio y la sabia decisión de cada vez más gente de dejar de fumar pueden ser las causas principales del descenso de ventas de tabaco en Huelva. Pero los empresarios apuntan a otro motivo como principal cáncer del sector: El contrabando. Y dentro del contrabando, la proliferación, sobre todo de 2009 en adelante, de casas-estanco. “Hay barriadas en la ciudad de Huelva que están minadas”. Son palabras para Viva Huelva de José María Domínguez Toro, presidente de la Asociación de Estanqueros de Huelva. Para el representante de los empresarios del sector, este tipo de actividad ilícita está causando estragos en los estancos, principalmente en aquellos situados en lugares cercanos a estas casas-estanco. Domínguez Toro dice no tener contabilizado un número de casas de este tipo en la capital onubense, pero sí que tiene localizados los lugares donde más proliferan, señalando a la barriada del Carmen, Las Colonias, El Torrejón, La Orden y determinadas zonas de Isla Chica-Viaplana como los sitios donde más se sitúan estas casas “inviolables”.
Y dice “inviolables”, porque el presidente de los estanqueros onubenses asegura que han interpuesto las correspondientes denuncias ante la Guardia Civil, pero el círculo para poner freno a esta actividad ilícita nunca se cierra: “La Guardia Civil hace su trabajo, pero luego los jueces no dan órdenes de registro, así que de poco sirve que denunciemos y el tiempo de investigación que lleva a cabo la Guardia Civil”.
Para José María Domínguez, “a veces parece que los jueces viven en otro mundo”, y valora que “como los jueces no tomen conciencia de la gravedad de este tipo de contrabando por las grandes cantidades que mueven, no se podrá acabar con las casas-estanco”.
Por otro lado, Domínguez Toro también denuncia la existencia de “multitud” de quioscos y locales que venden tabaco de contrabando y lamenta que las sanciones que se ponen en Huelva capital a los que pillan son muy leves: “La primera vez que te cogen son unos 1.00o euros y retirada del tabaco, y si te cogen una segunda vez te cierran cuatro días el quiosco, en lugar de retirarte la licencia como hacen en otras ciudades”.
Así las cosas, los empresarios tratan de llamar la atención sobre el daño que la actividad ilícita hace a la lícita en una época de crisis que ha traído consigo el auge del contrabando de tabaco como intento de salida ante la falta de ingresos.
El sector asume sus menores ganancias. En 2012 (33 millones de cajetillas vendidas) las ventas se redujeron más de un 41% respecto a 2009 (56). De enero a septiembre de este año se han vendido 21,6 millones de paquetes de tabaco, un 17,38% menos que en el mismo periodo de 2012... Los estancos onubenses van a cerrar el quinto año seguido de bajada de ventas. Y los empresarios no vislumbran, entre unas cosas y otras, la salida del túnel.