El Otoño Cultural Iberoamericano (OCIb) 2015 inaugura esta semana una de sus últimas exposiciones que tiene como protagonista al premio Nobel de Literatura, Juan Ramón Jiménez, y aquel viaje que, junto con su esposa, Zenobia Camprubí, realizó a Argentina y Uruguay, en 1948.
Un viaje que en principio estaba programado para dos meses y que finalmente duro cuatro, y que ahora el OCIb recupera mediante fotografías, recortes de periódicos y cartas y poemas que le enviaban sus admiradores, que en su día recopiló el propio poeta.
Organizada junto a la Fundación del Nobel, la exposición, que lleva por título 'Juan Ramón Jiménez en Argentina', podrá verse hasta el 28 de noviembre en el Centro Cultural de Caja Rural del Sur en la capital onubense, han informado a Efe desde la organización.
Fue a finales de 1947, estando Juan Ramón y Zenobia en Riverdale y formando ambos parte del profesorado de la Universidad de Maryland, cuando fueron invitados por la institución cultural Los Anales de Buenos Aires a viajar a Argentina para que el poeta impartiera una serie de conferencias.
Después de mucho pensarlo, llegaron a la conclusión de que sería una oportunidad única aceptar la propuesta, pues, aparte de que a Juan Ramón Jiménez le apetecía mucho reencontrarse con su idioma, después de tanto tiempo rodeado de angloparlantes, y ansiaba, en palabras de Zenobia, realizar un largo viaje por mar, ella estaba encantada con no tener que pasar otro caluroso verano en Norteamérica.
Al aceptar la invitación se creó tal expectación, que el número de conferencias previstas aumentó de cuatro a doce, y de ser sólo en Buenos Aires, las ganas de escuchar a Juan Ramón se extendieron a Montevideo (Uruguay), Rosario, Santa Fe, Paraná, Córdoba y La Plata.
Pisaron tierras argentinas, después de un viaje sin escalas por mar, el 4 de agosto de 1948 y allí el poeta y su esposa fueron recibidos con tanto cariño y admiración que siempre repetía Juan Ramón que volverían al año siguiente.
Los medios de comunicación argentinos y uruguayos se volcaron con la llegada del poeta, incluso Zenobia era requerida por los periodistas, que consiguieron realizarle una exclusiva entrevista que se podrá ver en la exposición.
Fue el propio Juan Ramón quien recopiló los artículos de prensa, los cuales, bajo el nombre de "Viaje a la Arjentina y Uruguay", conservó como grato recuerdo.
Y tal y como recogen los recortes, que ahora se podrán ver en la exposición, todas sus conferencias estaban a rebosar de admiradores y esperaban a que terminase para poder tocarlo, estar cerca de él, testimoniarle su admiración y simpatía y pedirle su autógrafo.
Durante su viaje a Montevideo, un coro de quinientos niños le cantó canciones españolas, el Senado del Uruguay le tributó un homenaje, e incluso un niño le echó los brazos y le dijo: "Cuando me muera me quiero ir con usted".
