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Huelva

“Mi máxima ilusión es ver a la Señora"

Belén Requena, presidenta de la Hermandad de Emigrantes

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  • Belén Requena -

Emigrantes ha entrado en la cuenta atrás para el momento que lleva un año esperando, el reencuentro con la Blanca Paloma en la romería del Rocío. A falta de hermano mayor, la presidenta de la hermandad, Belén Requena, se pondrá al frente de la Concha Peregrina para guiarla por las arenas. La experiencia es un grado, de ahí que el único nervio que le recorre el cuerpo sea por las ganas de ver la Señora, de vivir momentos únicos de convivencia junto a los hermanos y de ser portadora de las promesas de aquellos que este año no pisarán las arenas.

En menos de una semana, Emigrantes  ya estará en camino. ¿Cómo se viven los últimos momentos?
–Con alegría, con emoción, porque cada Rocío es distinto, cada Rocío te trae vivencias nuevas, sentimientos nuevos, emociones nuevas… y se espera con una ilusión nueva. Además, cada Rocío, por lo menos para mí, lo pasas de forma diferente porque convives de una forma diferente con todas las personas. Es una satisfacción muy grande. Una vez que estás en la aldea, ya es una vorágine, pero en el camino, esos momentos de convivencia son tan importantes, esos ratitos que echas a lo largo del camino, que parece que se detiene el tiempo.

Como junta de gobierno, este año tienen doble tarea, ya que no hay hermano mayor. ¿Por qué?
–El año pasado sí que hubo, pero este año se ha quedado desierta la convocatoria. Están las circunstancias muy difíciles y es un gasto muy importante. En Emigrantes tiene unos gastos como las flores, el tamborilero… También a lo largo del año, y cada uno echa mano a su bolsillo y ve si se puede. Para el próximo Rocío la convocatoria está abierta. A ver qué pasa.

Tienen una mayor responsabilidad.
–Lo que pasa es que ya, como es la segunda vez que nos pasa, llevamos una andadura y rodadura del primer año que te da una experiencia importante. Se liman los cabos sueltos que pudieron quedar del primer año, se corrigen los errores que hubo, y la verdad es que ya afrontas el camino de distinta forma. Además, el primer año hacía cinco meses que habíamos entrado como junta de gobierno en la hermandad y todo nos pilló muy rápido. Ya estamos más asentados como junta de gobierno, tenemos más experiencia, la unión entre nosotros se nota más, se hacen las cosas de otra forma, quizás de una forma más pausada pero sin parar porque la experiencia, evidentemente, te da un grado que se nota.

¿Se disfruta más?
–No se deja de tener prisa pero no es una prisa estresada, aunque sea una incongruencia. El estrés te hace atropellarte y que las cosas salgan mal. Las prisas, porque el Rocío lo requiere, te hacen concatenar las cosas y llevarlas hacia adelante pero no te equivocas tanto como con el estrés.

¿Qué preparativos quedan pendientes?
–Siempre queda algún caballista más a última hora que viene a apuntarse, pero eso tampoco nos influye en la organización de la comitiva.  Además, es bonito que el número de caballos aumente porque engrandece la hermandad. Y ahora, lo que estamos ultimando es la pernocta, para que los hermanos puedan descansar o disfrutar de la noche. Queda ultimar esos preparativos, que salga bien el camino, que la comitiva vaya bien, que en los puntos importantes estemos asistidos, aunque sabemos de más que la Guardia Civil no nos va a dejar. Los alcaldes de carreta y diputado de orden tienen sus últimas reuniones para llevarlo todo bien atado. El fin de semana pasado se ha terminado de preparar la capilla de la casa de hermandad para recibir la carroza del Simpecado, y poco más nos queda que nuestra misa de salida el miércoles, nuestro paseo por Huelva, para que la ciudad vea Emigrantes en  todo su esplendor y vea cómo sale con su grandeza, porque Emigrantes es una gran hermandad y sabe pasearse muy bien, y echarnos al camino para ver a la Señora, que es mi máxima ilusión, vaya como una hermana más o al frente de la hermandad. Me da igual siempre que mi fin sea encontrarme con ella.

¿Cuáles son las cifras de la comitiva de Emigrantes?
–Prácticamente las mismas que el año pasado. Empezamos con miedo porque la gente nos decía que aunque todo el mundo diga que nos estamos recuperando, aquí no se nota, pero al final prácticamente tenemos las mismas cifras: nueve carros tradicionales, más de 20 manolas, más de 30 tractores, los coches de apoyo correspondientes, cerca de 300 caballos y nuestros más de 400 peregrinos. Al final, la crisis afecta en que no te hagas un traje o no lleves jamón, pero vamos con mosto, como se hacía antiguamente, y ya está.

¿Temen las altas temperaturas?
–Todo lo contrario, dan agua para el miércoles, pero yo tengo fe en que no va a llover. Y además dan unas temperaturas bastante moderadas, en torno a los 20 grados, con lo cual, va a ser un fin de semana muy agradable.

¿Cuáles son los momentos más esperados?
–Hay tres cosas especiales para mí en todo lo que es el Rocío. La noche de Tres Rayas, el charco, pero no solamente por los cantes, sino que allí se me acumulan muchísimos sentimientos, en un momento se me echa mi vida encima, lo bueno, lo malo, los momentos tristes, los alegres, y es un momento especial de mi vida en particular que me lo dedico a mí misma; y también es muy especial el camino de vuelta, siempre lo disfruto muchísimo, quizás porque aunque todavía llevamos la responsabilidad de traer la hermandad de vuelta, ya vienes más relajada, con la satisfacción de haber llegado hasta la aldea, de haber visto a la Virgen, vienes llena de ella, has cumplidos tus promesas… Vienes tan plena y tan llena de ella que vienes pletórica, y por eso el camino de vuelta lo haces con una satisfacción y con una alegría que no la llevas en el camino de ida. Vienes con una paz y una tranquilidad que no tiene nada que ver con el camino de ida.

Pues sólo resta desear un feliz camino.
–Yo espero que sí. Que todos los hermanos lleguen bien, que lo disfruten muchísimo, que cumplan sus sueños, y sobre todo que los que no hayan podido ir este año por la razón que sea, que depositen sus promesas en nosotros y hasta ella se las llevaremos.

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