La sección de Enseñanza del sindicato CGT en Huelva ha puesto en marcha una campaña para la retirada del amianto de los centros educativos de Huelva, campaña que se ha iniciado con el descubrimiento de este peligroso material en el gimnasio del IES La Alborá de la localidad de Alosno, lo que ya ha sido puesto en conocimiento de la Delegación de Educación.
Así, en un escrito presentado el pasado 13 d junio, y al que ha tenido acceso Viva Huelva, el sindicato detalla a la administración que la cubierta del gimnasio del citado instituto es de uralita y explica que “esta instalación probablemente supera los 50 años de antigüedad y por tanto es de suponer que la uralita que la cubre ha sobrepasado cualquier límite de vida útil. Además, presenta un visible deterioro, encontrándose roturas y perforaciones en distintos puntos”.
En el escrito, CGT también  recuerda que la Organización Mundial de la Salud considera el amianto “como cancerígeno del tipo I, es decir, que la exposición a este tipo de sustancia produce cáncer con toda seguridad”.
Asimismo, se informa de que el amianto “está prohibido en nuestro país desde 2002 y en toda la UE desde 2005” y “tratándose en este caso de un centro de enseñanza donde tanto los trabajadores como el alumnado se encuentran sometidos a una continua exposición, vemos que el caso merece atención inmediata”.
Por todo ello, CGT solicita a la Delegación de Educación una “intervención inmediata en el caso, realizándose cuanto antes las actuaciones necesarias para la evaluación del riesgo y la retirada inmediata de este material que ya no debería de existir en ningún edificio público y menos, si cabe, en espacios en los que se pone en riesgo la salud de los menores”. Por último, la CGT considera “una falta grave de responsabilidad” por parte de la Delegación Provincial de Eduación el hecho de que haya un solo colegio con uralita.
Por su parte, Alonso Silgado, delegado de CGT Enseñanza Huelva, ha indicado a Viva Huelva que, más allá de lo detectado en el IES La Alborá de Alosno, “suponemos que será el primero de numerosos casos que iremos detectando, ya que este material fue muy usado en la década de los 70 en la construcción en nuestro país”.
Por último, Silgado dice que “en recientes declaraciones,  Susana Díaz ha tildado estas denuncias de exageradas y alarmistas argumentando que sólo si se manipula el material cortando o perforando es peligroso, cuando numerosos estudios apuntan a su peligrosidad por el simple deterioro al que se ve sometido por los propios agentes atmosféricos así como la especial repercusión entre la población infantil y juvenil”.