El obispo de Huelva, José Vilaplana, ha mostrado su confianza en que la Iglesia puede aportar "la educación del corazón" ante la "lacra" que supone la violencia de género y ayudar al conjunto de la sociedad mediante la educación a que "haya un respeto máximo a la dignidad de todas las personas".
Vilaplana ha insistido en que "las relaciones humanas tienen que tener como clave la paz y la complementariedad del otro con las cualidades de cada uno", por lo que ha condenado "la lacra de las muertes de mujeres", en la que además de las víctimas que son asesinadas, están las "víctimas colaterales" que son los hijos.
Así, el obispo ha hecho referencia al último caso de violencia machista que ha tenido lugar en la provincia de Huelva, en Bollullos Par del Condado, y ha señalado que desde la Iglesia han intentado estar cerca de la familia, "pidiéndole a Dios que conceda ese cambio en el corazón" para que estas situaciones dejen de darse.
Igualmente, Vilaplana ha expresado su postura acerca de las movilizaciones en torno a que se respeten los derechos de las mujeres del pasado 8 de marzo, en la que hace suya la carta más importante sobre la mujer escrita por San Juan Pablo II 'Mulieris Dignitatem', la Dignidad de la Mujer, y el papel que el Papa Francisco ha querido dar a las mujeres para que estén presentes en cualquier tema de la Iglesia.
De esta forma, ha hecho referencia al amplio grupo de mujeres que trabajan en el obispado de Huelva, sobre las que espera que "se sientan bien valoradas", por la importante labor que hacen en este ámbito y por la que se ha mostrado muy agradecido.
Por otra parte, el obispo onubense ha recordado la iniciativa de la Casa Oasis en la que se acoge a madres con pequeños de cero a tres años, así como a mujeres embarazadas, en riesgo de exclusión, donde reciben apoyo y atención para vivir su maternidad y crearse un proyecto de vida junto a sus hijos.
PROYECTO NAIM
El obispo también ha querido señalar la importancia del trabajo llevado a cabo por el proyecto Naim, vinculado a la Iglesia, sobre todo a la parroquia de Punta Umbría (Huelva) y que realiza una labor intensa con personas que padecen adicciones, en el que en torno a 25 y 30 usuarios están en estos momentos en rehabilitación. Así, ha querido dejar claro que la Iglesia gestiona su ámbito social a través de entidades vinculadas directamente con la diócesis, como el caso de Naim y de Cáritas.
Por último, José Vilaplana no ha querido olvidarse de las personas con discapacidad, sobre las que ha enfatizado la sensibilidad de la Iglesia hacia las mismas, las cuales son "símbolo de inocencia" y son "las que mejor representan la presencia de Cristo entre nosotros". Por todo ello, las parroquias están cerca de este colectivo, así como la Iglesia procura colaborar con instituciones y proporcionar elementos de trabajo con empresas en las que están empleadas personas con discapacidad.