El Parque Botánico José Celestino Mutis, enclavado en La Rábida y gestionado por la Diputación de Huelva, ha recibido este verano más de 3.600 visitas, cifra muy superior a las que se lograban en temporadas estivales prepandémicas de los años 2019 y 2018 cuando se alcanzaban las mil visitas aproximadamente.
Esto pone de relieve que este enclave se ha consolidado como una de las opciones de ocio demandadas por turistas y onubenses al ser un espacio al aire libre, gratuito y que ofrece senderos donde la naturaleza acoge al visitante.
De este modo, desde la Diputación han indicado a Europa Press que el Celestino Mutis ha tenido 3.630 visitas entre julio y agosto, lo que supone en lo que va de año un total de 14.270 visitantes. Así, han resaltado el dato de este verano ya que hay que tener en cuenta que el calor no acompaña para las visitas a este espacio al aire libre, siendo el otoño, por ejemplo, una época más propicia al ser las temperaturas más agradables.
No obstante, han remarcado supone "toda una opción turística" para los amantes de la naturaleza que, tras visitar La Rábida o el Muelle de las Carabelas, se acercan a conocerlo. Además, han subrayado que muchos onubenses que lo descubren repiten visita al ser un espacio perfecto para el paseo, o actividades como caminar y contemplar la espectacular naturaleza.
Por ello, ante el panorama de pandemia actual, donde se buscan lugares al aire libre, el Parque Botánico Celestino Mutis se ha convertido en toda una opción. De hecho, las cifras evidencian su consolidación ya que en lo que va de año se han contabilizado ya 14.270 visitas, mientras que el dato de 2018 era de 15.217 y 14.100 en 2019.
Inaugurado el 15 de marzo de 1993, este parque debe su nombre al más célebre botánico español, José Celestino Mutis (Cádiz), organizador y director de la más famosa expedición científica al Nuevo Reino de Granada (actualmente, Colombia), que bajo la aprobación del rey Carlos III, duraría 33 años.
Ocupa una extensión de 12 hectáreas, surcadas de senderos o vías peatonales que conducen a dos rutas: una perimetral que transcurre por los cauces de agua que posee el parque, y otra interior por las distintas plazas del recinto.
Las características de este parque rabideño lo configuran como un espacio ajardinado, adaptado a una irregular topografía del terreno que favorece y justifica los cursos de agua que lo recorren. El acogedor y sugerente rumor del agua, en movimiento o remansada, acompaña al visitante desde la misma entrada al recinto, siendo una fuente en forma de géiser quien da la bienvenida.
En el lago conviven plantas acuáticas de nuestro entorno junto con otras de origen diverso. Los papiros, los nenúfares y los cipreses de los pantanos han encontrado su hábitat y comparten agua con los juncos o las eneas.
Las plazas a modo de nudos entre los caminos, se encuentran dedicadas a algunos de los países americanos que muestran su flora en el parque. Cada país ofrece en su plaza su especie más característica. Existen verdaderas joyas de interés botánico en ellas, ejemplares que han conseguido adaptarse a este nuevo emplazamiento en el Viejo Mundo.
De este modo, se puede 'viajar' por México y conocer su 'ciprés de los pantanos', por Cuba y admirar la exótica 'palmera real cubana', conocer el 'ombú' que corona la Plaza de Argentina o el 'cocotero plumoso' que vigila la Plaza de Brasil. También existen parcelas dedicadas a la flora característica del resto de los continentes.
El parque botánico cuenta además con un espacio acristalado donde se desarrollan especies que despiertan un especial interés, de manera que el invernadero se encuentra en estos momentos "precioso". El parque botánico Celestino Mutis es un hermoso jardín situado entre dos parajes naturales protegidos, Marismas del Odiel y Estero Domingo Rubio, que contribuye a hacer de La Rábida "un espacio privilegiado de la historia y la naturaleza".