“Mi lealtad a Jaén se refleja en mi voluntad de que el Parador crezca junto con la capital. A veces los compañeros de viaje no son los adecuados, pero ahí sigo”. Así se expresó el director del Parador de Jaén, Manuel Vieites Rodríguez, durante el desayuno informativo de VIVA JAÉN y quienes lo conocen saben que ése ha sido, es y será su afán. Lo ha demostrado durante los ocho años de gestión al frente de la dirección de un Parador que es “el mejor de España”, pero que necesita que la ciudad crezca en turismo y en recursos turísticos. Para ello necesita compañeros de viaje (políticos) que tomen decisiones “por el desarrollo de la ciudad”. Aseguró que el turismo es la “mejor etiqueta de presentación que puede tener Jaén”, junto a su aceite y su entorno medioambiental, pero Vieites dice que “Jaén no ha tenido suerte”.
Alegó que esta capital necesita “un consorcio específico que unifique las administraciones, que tienen que remar en la misma dirección para no considerar Jaén como una ciudad de paso”. Sin infraestructuras ni voluntad política por el crecimiento turístico de Jaén, el “círculo virtuoso entre Linares, Úbeda, Baeza y Jaén” que tiene la provincia se quedará sólo en eso, en un imaginario para el crecimiento turístico. Y ello repercute en el Parador, desde el que los esfuerzos para atraer al turismo son múltiples.
Quienes llegan al Parador como turistas no encuentran señalización adecuada ni medios de transporte públicos. “Llevamos años pidiendo una línea de autobús urbano. No es tan complicado ni debe ser caro. No hay razón de peso para que no suba al Parador”, criticó. Sobretodo cuando el Parador y el centro de interpretación del Castillo de Santa Catalina son un icono de la capital. En cuanto a la apertura de éste último, Vieites reconoció que es un atractivo turístico “muy importante” y que los clientes valoran tenerlo anexo para conocer su historia. Anualmente pasan por el Parador cinco millones de personas, entre alojados y visitantes; y con la apertura del Castillo, las visitas van creciendo.
Quienes se alojan en el Parador buscan experiencias. “Ofrecemos experiencias vivenciales que trasladen felicidad al cliente”, dijo Vieites. Lo hacen con su gastronomía y dando a conocer instalaciones, envueltas en el misterio de su historia. Este 2015 se está conmemorando el 50º aniversario del Parador y en su carta han incluido un menú afrancesado, pero llevan años con un menú catedralicio que si se degusta da la oportunidad al comensal de realizar una visita guiada a la Catedral de la capital. Sobre el expediente, lamentó que esté en manos de políticos enfrentados y reclamó una mejora para su entorno.
Vieites confirmó que el Parador “está involucrado en la ciudad y su entorno, y es dinamizador de la ciudad, su cultura y su gastronomía”, con experiencias como el ‘Degusta Jaén’.
La ocupación anual del Parador ronda el 85% y la estancia media ha pasado de un día a un día y medio. “Si tuviéramos más atractivos turísticos la estancia media sería mayor. El cliente fidelizado es el más rentable y si le damos experiencias en el Parador y en su entorno, se extendería más por Jaén”, dijo. En esta línea recordó que la apertura del Centro Cultural Baños Árabes ha sido “importante”. Con Diputación tiene pendiente la señalización para conocer el Jaén Monumental.
Manuel Vieites ha acercado el Parador a la ciudad. “Hemos conseguido que el jienense esté con su Parador y presuma de él”. La percepción del ciudadano ha cambiado de “forma sustancial, pero hay que crear más sensibilidad para que la ciudad esté limpia y el entorno cuidado”, dijo. Todo ello hará de Jaén “una ciudad con visos turísticos de futuro”. En el entorno del Parador se ha eliminado el botellón y su cuidado es evidente. “Todos están siendo sensibles en este aspecto”, agradeció.
Los turistas nacionales están creciendo y los más habituales en el Parador llegan de Madrid, Valencia y Barcelona. El turista internacional viene de Inglaterra y Francia, mayoritariamente. Pero también ha crecido la afluencia de jienenses que llegan a su Parador para disfrutarlo, especialmente, por su gastronomía, elaborada por uno de los mejores cocineros: Alberto Ávila. En su carta no faltan la pipirrana, el bacalao y las espinacas. Al chef se suma un equipo de profesionales que supera las 45 personas y que hacen de la amabilidad y calidad en la atención las señas de identidad del Parador.
Ahora trabajan en un proyecto de ‘rincones especiales’, para degustar un menú en un lugar inigualable del Parador, y el capítulo comercial de bodas está creciendo. “Casarse en un Castillo es algo distinto, prestigioso, con detalles”, dijo.
El de Jaén es un Parador rentable, sobretodo por la ocupación de sus habitaciones. El 80% de ocupación en esta Semana Santa y el crecimiento de un 15% más en ingresos respecto a 2014 son indicadores. La afluencia de público en restauración y hospedaje es “enorme y va creciendo”. En la cuenta de explotación de Paradores, el de Jaén estaría en la 19ª posición. En las mediciones de calidad están creciendo y son el 11º Parador de España que más ‘amigos’ genera.
El cliente quiere estar aislado, pero conectado en un Parador mejorado
Manuel Vieites Rodríguez es director del Parador de Jaén desde hace ocho años y en este tiempo se ha involucrado en acciones con las que el Parador crezca y con él la ciudad.
En estos ocho años se ha cambiado parte de la restauración, se han instalado cámaras en el establecimiento, se ha actuado sobre las cubiertas del Parador, que llevaban desde 1965 sin tocarse; y se está recuperando la decoración y el sistema de aire acondicionado y calefacción. Se ha terminado la primera fase y en la primera quincena de julio se continuará con la segunda fase de instalación de aires.
El Parador es un lugar para estar tranquilo, pero también conectado y trabajan en un proyecto de conexión vía satélite para el cliente que utiliza las nuevas tecnologías. Trabajan en acondicionar las instalaciones para que la señal llegue. En el primer semestre del año estarán terminados los trabajos. La inversión total de estas acciones rondará los 400.000 euros.
El Parador cumple 50 años y su ampliación se acometió en 1987, pasando de las once habitaciones iniciales a las 45 actuales. Ese año se construyó la piscina, imprescindible para un destino turístico de interior. Ahora plantean la instalación de un ascensor panorámico para bajar a la piscina y hacerla accesible a personas con discapacidad.
La terraza de la recepción, con vistas sur-sureste, será pavimentada, con el fin de mejorar el espacio para las bodas. “Casarse en un castillo es algo distinto y prestigioso. Se busca un lugar singular, donde la gastronomía esté consolidada y se permitan los detalles. Se está incrementando el capítulo comercial de bodas”, reconoció. El Parador también es un espacio para experiencias empresariales y éstas también están aumentando.
Antes de la crisis se prometió una inversión para el Parador que no ha llegado, pero desde la dirección general de Paradores “hay un sensibilidad especial con Jaén” y esperan recuperar parte de esa inversión.