Jaén es una capital monumental, pero muchos de sus monumentos, aún rehabilitados para su apertura, están cerrados a los ciudadanos y a los turistas. Otros espacios culturales que sumarían a la imagen de Jaén como ciudad patrimonial y turística han quedado en el olvido para las administraciones competentes.
Los jienenses están ávidos de conocer su ciudad, su patrimonio cultural, pero los horarios de visitas a monumentos son incompatibles para los vecinos y no responden a la demanda de los turistas. No quieren citas puntuales, sino monumentos abiertos a los jienenses y a quienes llegan. Abrir los monumentos y ampliar los horarios son el primer paso para hacer crecer la autoestima ciudadana y con ella, crear conciencia para proyectar Jaén fuera.
Los jienenses responden cuando se les propone conocer espacios ocultos, monumentos que permanecen cerrados y por el que pasan a diario sin tener la oportunidad de conocerlos. Monumentos que podrían ser visitables durante todo el año si los responsables demostraran voluntad por hacer de Jaén una ciudad turística y de la que puedan presumir su gente.
El éxito de las visitas al 'Arco de San Lorenzo' y a la 'Cripta de la Basílica Menor de San Ildefonso' organizadas con el programa 'Jaén Genuino. El pasado sí tiene futuro' que impulsa VIVA JAÉN, es el fiel ejemplo de que a los jienenses les gusta descubrir su ciudad. La sorpresa es la respuesta.
Estas actividades han fomentado la conciencia ciudadana de reclamar la apertura de esos espacios, como llevan haciendo desde hace años los responsables de las asociaciones Iuventa y PATMOS. El Arco de San Lorenzo y la Cripta sólo pueden visitarse si se concierta una cita. Lo mismo ocurre con el Salón Mudéjar o el refugio antiaéreo de la plaza de Santiago. Los jienenses pueden solicitarlo, pero falta conocimiento. ¿Y los turistas?...se marchan de Jaén sin verlo.
Los presidentes de Iuventa, Rafael Cámara; y de PATMOS, José Manuel Higueras, reclaman la apertura del refugio antiaéreo del Albergue Juvenil, que próximamente abrirá 'Jaén Genuino' (un cita puntual); la recuperación del Raudal de La Magdalena, la apertura de la Cámara Oscura de Capuchinos y del Centro de Interpretación de Puente Tablas. Aseguran que si los horarios de visita a lugares como el Claustro de Santo Domingo o la Iglesia de San Andrés se ampliaran con más margen y prolongándose a los fines de semana, se enriquecería la imagen de Jaén y la autoestima de sus vecinos.
La conciencia de que “Jaén no tiene nada” ha cambiado, pero “queda mucho trabajo por hacer”, señalando a las administraciones y a la Diócesis como las responsables de que el Jaén monumental esté casi cerrado.
Entre los espacios no visitables y que sumarían señalan el claustro del convento de Santa Clara y el de la parroquia de La Merced; el Convento de Santa Úrsula y la Ermita de El Calvario. En cuanto a la Catedral plantean que en un futuro se pueda acceder a sus cubiertas y a la lonja.