La capital vuelve a perder población por quinto año consecutivo y precisa una industria que ofrezca una alternativa real de empleo
Por quinto año consecutivo, la capital ha perdido población, en esta ocasión, 442 habitantes y son ya 1.400 las personas que han dejado de vivir en la ciudad en el último lustro. No se trata de un hecho aislado, ya que la provincia también lleva años perdiendo habitantes, pero es significativo que siendo la capital no sea capaz de atraer a esa población rural, castigada por la crisis, y camine en paralelo en la misma tendencia que el resto de la provincia. Una vez más se pone de manifiesto la debilidad de la capital como motor económico y de generación de empleo, ya que apenas el sector servicios es quien tira del carro en una ciudad donde a la industria, además de no estar, no se le espera. La pérdida continuada de población en la ciudad, sumada a los bajos índices de natalidad, tienen consecuencias a medio y largo plazo más que preocupantes, ya que, poco a poco, se va convirtiendo en una capital con una población mayor, que no regenera el tejido productivo que precisa. Jaén, más que nunca, necesita atraer población, dar salida laboral a cientos de jienenses que desde hace una década se ven obligados a abandonar su tierra, y para ello, es imprescindible apostar por la industria de forma decidida y de una vez por todas.