La Escuela Oficial de Idiomas no irá finalmente al conjunto histórico y las termas de Jabalcuz no podrán visitarse más que por fuera
Parece que cuesta sacudirse las viejas costumbres tan arraigadas en esta ciudad y, aunque se pone empeño por cambiar las cosas, Jaén da un paso para adelante y dos para atrás. Después de la buena noticia de que la Junta de Andalucía culminaría al fin, tras más de dos décadas de espera las obras de la iglesia de Santo Domingo, anexa al claustro del Archivo Histórico, nos encontramos con dos despropósitos que esperemos que finalmente no sean más que soluciones provisionales para el futuro del patrimonio y el turismo de la capital. Por un lado, la Escuela Oficial de Idiomas se ubicará en el colegio Peñamefécit y no en el conjunto histórico como estaba previsto, una iniciativa que sin duda no solo contribuiría a recuperar algún edificio olvidado de esta zona, sino que inyectaría más movimiento y vida a sus calles. Por otro lado, las termas de Jabalcuz no podrán visitarse más que desde fuera, a través de sus cristaleras, como quien mira a los monos de un zoo, con todos los respetos para estos primates simiiformes. Eso sí, los visitantes podrán disfrutar de una exposición fotográfica en su exterior y una zona ajardinada donde comer los cacahuetes. Esperemos que ambas decisiones sean provisionales, porque no está Jaén ya para más errores.