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Jaén

Culto al pintor de los gitanos

Antonio Begíjar, pintor que retrató a la reina Victoria Eugenia o a folclóricas Carmen Amaya, Lola Flores o su musa Natalia Castro, tendrá museo en su pueblo

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  • Parte del legado familiar cedido al Ayuntamiento para crear el museo de Antonio Begíjar -

Su musa fue Natalia Castro, el rostro de los antiguos billetes de 100 pesetas, y Carmen Amaya lo bautizó como el pintor de los gitanos. Antonio Begíjar (1938-2002), representante  del retrato español, fue el continuador natural de los grandes maestros clásicos españoles y de los pintores   simbolistas de finales del siglo XIX  y principios del siglo XX, siendo uno de los últimos eslabones de un espíritu pictórico clásico. Ahora, cuando han transcurrido 17 años desde su muerte, el pintor de los gitanos se va a reconciliar con su pueblo natal, Begíjar. Este miércoles se va a firmar en el Ayuntamiento el acuerdo para la cesión del  legado de obras de arte del pintor que va a donar la familia, primer paso para la creación del museo municipal Antonio Begíjar.

Artista autodidacta, bohemio y alejado de los círculos comerciales del arte, Antonio Begíjar   está considerado como uno de los artistas  más representativos del arte español del siglo XX.  Su obra esta ligada al flamenco de postguerra, a la cultura gitana que dignifica en sus cuadros, a la copla como fenómenología, a personajes de la España profunda, además su obra religiosa y pagana.  Para él han posado desde la reina Victoria Eugenia en su única visita a España tras el exilio,  con motivo del bautizo del actual rey de España Felipe VI, a copleros y folklóricas como el príncipe gitano. Adelantado a su época en plena dictadura retrato a Lola Flores desnuda o a su musa gitana con  80 años en una obra titulada el ángel de la muerte. Pintor de su época realizó el cuadro el entierro de Franco de complicados simbolismos y en la década de finales del siglo XX denunció el drama de la emigración en sus cuadros, como el titulado ‘Los pájaros no tienen fronteras’. Begíjar llevó al pueblo a sus cuadros al pueblo llano y a personajes de la España profunda.

“No ha sido fácil conformar esta colección y llegar hasta aquí. Se han tenido que superar tiempos y situaciones complejas y adversas durante los periodos de la nefasta dictadura y la incipiente y desorientada democracia.La resiliencia del arte reside en la grandeza de su sencillez,nace de lo mejor  de la esencia del ser humano y su lenguaje es universal”, asegura Pedro Molina, sobrino del pintor y artífice de la donación del legado familiar.  La colección reúne un conjunto muy importante de obras pictóricas, dibujos y  esculturas que abarcan toda la trayectoria vital y artística de Antonio Begíjar, desde sus primeras obras infantiles,de juventud y madurez, hasta su última etapa artística y vital en Marruecos. Un conjunto que da cuenta de su evolución creadora, de su pensamiento artístico y de su realismo poético y mágico.

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