En la víspera de Nochebuena, Almudena Benítez recibía el peor golpe que se le puede dar a una madre: su hijo de 13 años tenía cáncer. El bulto del que le habían operado finalmente había resultado maligno, un carcinoma en la carótida. Ese día el mundo se le vino encima, a los dos, pero poco a poco empiezan a sacar “cosas buenas” en medio de esta experiencia “tan amarga”. La primera, y la más importante, es que Jaime está en plena cuenta atrás para empezar un avanzado tratamiento de protonterapia en la Clínica Universidad Navarra de Madrid, cuyo coste asume el SAS.
No tengo palabras para agradecer a todo Jerez y a la gente cómo se han volcado; no es solo apoyo económico sino apoyo emocional todo lo que me está llegando"El pronóstico es bueno, pero deberá recibir 30 sesiones de radioterapia con protones, durante al menos un mes y medio, dado que se trata de un tumor raro, que no tiene operación ni quimioterapia y suele darse a partir de los 50 años. Aunque inicialmente estaba previsto que empezaran esta semana, finalmente se ha pospuesto el inicio del tratamiento al próximo 14 de febrero.
La segunda buena noticia que se ha encontrado en este duro camino esta madre de familia, separada y con otra hija mayor, es la solidaridad que está recibiendo por parte de los jerezanos e incluso gente de fuera de Jerez “que ni nos conocen”. Todo empezó por una hucha entre sus compañeras de la cocina del Hospital de Jerez, donde trabaja como pinche, pero la ola de solidaridad se ha extendido al resto de cocinas de los hospitales donde Almudena ha trabajado estos años: desde el Puerta del Mar, Puerto Real, Algeciras, hasta el Virgen del Rocío de Sevilla y el HAR de Lebrija y, por supuesto, el de Jerez, donde trabaja actualmente y donde empezó todo. “Todo el hospital se ha volcado, no solo la cocina, mis jefes…no tengo palabras para agradecer a todo Jerez y a la gente cómo se han volcado”.
Se refiere a la extraordinaria acogida que ha tenido venta de calcetines solidarios personalizados y con el nombre de Jaime en Neko a 10 euros por iniciativa de otro compañero Humberto Otero, conocido por sus retos solidarios gracias a su proyecto Cambiar vidas haciendo deporte. “Bendita sea la hora en la que me lo pusieron por delante”, señala la madre de Jaime para referirse a este compañero, pues en cuestión de una semana han recaudado 4.000 euros. De este importe, la mitad es para Almudena, para su estancia en Madrid en un hotel mientras dura el tratamiento de Jaime, y el 50% restante para los gastos de material y grabación.
La demanda fue tal que se colapsó la web y se quedaron sin stock, pero todavía se pueden seguir haciendo pedidos. Eso sí, desde ahora, todo lo recaudado será para Recaída 0: Matemáticas contra la leucemia infantil que coordina la profesora de la UCA María Rosa Durán, el cual se centra en mejorar la calificación de riesgos de pacientes de leucemias linfoblásticas agudas por medio de algoritmos matemáticos, para así anticipar las resistencias a los tratamientos y evitar recaídas. Ayer mismo, recibieron el nuevo cheque, por importe de 3.568 euros, cuyo 50% de la recaudación será ya para el proyecto de Durán, y así ocurrirá con los sucesivos.
“Yo quiero que todo se quede en su sitio y ya que con este dinero tenemos los gastos cubiertos, ahora que puede haber beneficios quiero destinarlos a la investigación, que hace mucha falta, porque como me dijo María, Recaída 0 no es solo para el tema de la leucemia, sino que están ahora con 28 proyectos contra el cáncer infantil y hace falta mucha investigación”, explica. Por lo que toca seguir comprando muchos calcetines y seguir colaborando en el enlace www.nekopublicidad.es y en el número de WhatsApp 679919385.
La Hermandad de Las Angustias también ha hecho una donación, al igual que el Colegio San José Obrero, donde estudió Jaime, y Los Marianistas, donde ahora cursa sus estudios. “Es tanto el cariño, tanto calor, que no es solo apoyo económico sino apoyo emocional todo lo que me está llegando. De todo malo hay que sacar lo positivo y lo positivo es ver la solidaridad y la humanidad de gente, y de esto también se aprende. Para mi hijo –también muy emocionado por este cariño- está siendo una experiencia única, la cual lo va convertir en un adolescente más solidario”. En cierta medida, tanto cariño le está dando la “tranquilidad” que necesita para afrontar todo lo que está por venir, la misma que también le está llegando al menor. “Jaime está más tranquilo, porque me ve a mí más tranquila”. Todo irá bien.