Jerez recuperó ayer la presencia de cofradías en la calle cuarenta años después de que la
Hermandad de la Piedad hiciera por última vez estación de penitencia en la tarde del
Sábado Santo. Quedaba la incógnita de conocer la respuesta del público a esta novedad y lo cierto es que esa acogida resultó bastante desigual.
Si bien es cierto que la
Carrera Oficial presentó una buena imagen, con la mayoría de los palcos ocupados, tampoco debe ocultarse que las tres cofradías se vieron un poco desamparadas en los primeros tramos de sus itinerarios.
Todo lo contrario que lo que ocurriría ya de regreso a los templos, con bastante presencia de público especialmente alrededor del siempre atractivo paso de palio de la Virgen de la Piedad.
La
Sacramental de Santiago fue la encargada de abrir la jornada con el
Cristo de las Almas, dejando imágenes casi desoladoras en los primeros tramos de su itinerario. Algo parecido ocurrió con la
Hermandad de la Mortaja, cuya salida tuvo un seguimiento muy inferior a lo que venía siendo habitual en la noche del Sábado de Pasión.
Más equilibrada fue la respuesta con la
Hermandad de la Piedad, que congregó junto a la capilla del Calvario y en los primeros tramos de Taxdirt a un volumen de público similar al del Viernes Santo.
Habrá que ver qué ocurre en los próximos años, si se incorporan nuevas cofradías o si se dota a la jornada de un mayor atractivo, pero esta primera experiencia deja sensaciones encontradas.
La Semana Santa termina este domingo con la procesión de Cristo Resucitado, que retoma su horario habitual de mediodía, tras la celebración del solemne pontifical en la Catedral.