-¿Cómo ha sido la vuelta?
- Ha sido como un sueño, no sé como explicarlo. El miércoles estaba más entero y tranquilo. Todavía no sé ni donde estoy.
-¿Cómo se ha decidido a volver?
- He estado siete meses allí para defender mi libertad e inocencia. Hoy está en manos de la política. Cada persona es libre de hacer lo que quiera pero yo me quedé allí con el culo al aire. Me he venido obligado, pero las cosas son como pasan, respetando a los demás.
-Aún así ya anunció que no abandonará la defensa de su inocencia.
-Me he venido pero para seguir luchando. Hay que seguir adelante e intentar quedar limpio en Marruecos y donde sea. No he hecho nada y por eso no tengo que estar sucio en ningún sitio.
-Ya denegó la petición del indulto.
-No puedo pedir un indulto porque no voy a reconocer una cosa que no he hecho. Ni indulto ni nada. Sólo busco la libertad total porque lo que he tenido ha sido un accidente marítimo y he ido a pedir auxilio a un país. No es para que la justicia me trate de esa forma.
-Sólo tiene buenas palabras para el pueblo marroquí.
-Han sido maravillosos conmigo. El día a día ha sido muy difícil pero gracias a ellos me lo han facilitado. He hecho muy buenos amigos allí de todas las clases. Me han ayudado, apoyado y tranquilizado.
-La estancia allí ha afectado a su estado físico.
-He perdido 35 kilos en los últimos cuatro meses. Estoy un poco gastado. Allí he comido bien pero he aprendido a alimentarme, a comer lo necesario, lo que pide el cuerpo. Aunque estoy delgado estoy fuerte. También he aprendido otras muchas cosas.
-¿Cómo pasaba el día a día?
-Siempre andando, no puedo estar parado. La cabeza no me dejaba estar quieto
-Ha recibido respaldo de multitud de sectores.
-He tenido el apoyo de todo del pueblo de Los Barrios y de muchos sitios de España. Me gusta que mi familia y amistades estén ya tranquilos, al igual que algunos amigos de Marruecos a los que no me ha dado tiempo de avisar.
-¿Siente temor por que este asunto no esté cerrado?
-El temor siempre ha estado y está, pero acabas haciéndote al miedo, al dolor y al sufrimiento. Hasta que no llega el momento no se sabe hasta donde puede llegar una persona y te acostumbras a todo.
-Todo ello a pesar de ser una situación nueva para usted.
-Yo tengo mi negocio y lo que me dedico es a trabajar nada más. Llevo desde los 14 años en el oficio y no entiendo nada de justicia, aunque he aprendido mucho en una justicia que no lo es. Si hablamos de España y Europa hablamos de justicia, lo de allí no lo es.
-Los peores momentos, las sentencias en contra, ¿no?
-En el de primera instancia yo no sabía ni donde estaba. Cuando dijeron tres años de prisión pensé esto no puede ser, no es verdad. Fue durísimo. Luego, en la apelación, llevábamos todas las pruebas y estuvimos una hora y media en el juicio, pero de palabra nos dijeron que se mantenía la condena.
-La sentencia no es está escrita.
-En primera instancia sí, pero no en apelación porque hay negociación. La cosa estaba para aguantar. Cuando acaben las fiestas y me tranquilice hablaré para ver en qué situación están las cosas y seguir luchando.
-En cualquier caso si hubiera juicio no volvería, ¿no?
-Para volver tengo que hacerlo con siete tanques, 24 soldados y tres ministros. No puedo llegar allí solo. Si hay que ir voy, pero tengo que ir apoyado seguro porque no me voy a poner en manos de la justicia de allí otra vez.
-Y todo comenzó con un día de pesca.
-Salir un día de pesca y cambiarte la vida de esa manera… Allí en Marruecos, a lo que se le tiene miedo es a la justicia. No quieren ni pasar por la puerta. Salir a pescar y verme en la boca del lobo tiene guasa. Es que no te crees lo que te está pasando, y más sin conocer el país ni nada. No había salido de España nunca.
-¿A nivel político os han pedido que aguantarais?
-Ha habido de todo. Al principio ha habido que echarle la responsabilidad a ellos, lo que se ha logrado poco a poco. La verdad es que unos han podido y otros no, pero todos han valido porque han puesto de su parte. Les estoy agradecido a todos, y que sigan conmigo. n