La cofradía salesiana de San Isidro aglutina cada Semana Santa el mayor número de penitentes. El Besapiés es cita obligada para 10.000 fieles
La espera toca a su fin. Tras once meses de reposo en su morada de San Isidro, el Cristo de Medinaceli ultima sus preparativos para mostrarse, una vez más, ante unos entregados algecireños. Unos fieles que, año tras año, convierten la del Señor de Algeciras en la procesión seguida por un mayor número de penitentes. La Cofradía tiene unos 2.100 hermanos.
A continuación, siempre con la humildad y belleza que la caracterizan, la luminosa Virgen de la Esperanza, una talla que se atribuye al maestro Carlos Bravo Nogales. Cuatro años antes, había creado también la solemne figura del Cristo que definiría la Semana de Pasión algecireña.
Una devoción que se plasma cada año, unas semanas antes de la salida procesional, en el tradicional Besapiés, que este año volvió a congregar en San Isidro a unas 10.000 personas.
La fe y dedicación de esta Hermandad es arraigada, y nace en 1942 gracias al impulso de un grupo de buenos cristianos con el párroco de San Isidro, Miguel Gómez Medina, a la cabeza. Un año después, llegaría la Erección Canónica, y en 1945 saldría a la calle con el periodista malagueño Rafael Montilla y Ordóñez como primer Hermano Mayor.
Mucho ha llovido desde entonces, pero por suerte no siempre el Martes Santo. De hecho, los siete años de mandato del actual Hermano Mayor, Manuel Delgado Cerro -quien fuera principal impulsor de la Magna de Algeciras de 2002-, el Cristo y la Virgen han podido salir, aunque el pasado no careció de cierta incertidumbre por el aviso de lluvia.
Sucesión de actos
Este 2012, se han vivido ya todos los actos previos con el Solemne Triduo, el Besapiés y la Función Principal. El pasado mes de enero, además, el Señor de Algeciras recibió al esa Medalla de Oro que le correspondía por derecho desde aquel Pleno extraordinario del año 2000.
La austeridad a que obligan las circunstancias no permite grandes desembolsos, y como novedades de este año sólo se incorporan los cuatro ciriales encargados el pasado año y la ropa para los acólitos, fruto de una generosa donación anónima.
Las bandas Humildad y Penitencia de San Fernando y la Municipal de Arahal (Sevilla) acompañarán al cortejo procesional.