Varios trabajadores afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) del Ayuntamiento se personaron a primera hora de la mañana de ayer en las empresas desde las cuales habían sido trasladados a la plantilla municipal.
En algunos casos lo hicieron acompañados de abogado y notario y generalmente en base a acuerdos previos de suspensión de contratos que contemplaban la reincorporación al puesto inicial en caso de que fueran despedidos del Ayuntamiento.
En las últimas décadas, el Consistorio ha llevado a cabo una política de traslados encubiertos que, en ocasiones, ha propiciado la suspensión de los contratos iniciales. Algunos de los trabajadores desplazados de empresas y fundaciones municipales al Ayuntamiento firmaron en su momento documentos que sellaban su regreso al puesto en el que fueron contratados. Y ese es el problema con el que ahora se encuentra la Administración local.
Uno de estos casos afecta a un trabajador inicialmente contratado por Jecomusa (Onda Jerez) que en los últimos doce años ha prestado servicios para el Ayuntamiento. Incluido en el ERE, ha cobrado la indemnización correspondiente por este último periodo de tiempo. Sin embargo, ayer se presentó en la sede de Jecomusa en base al acuerdo rubricado entre ambas partes cuando se produjo el traslado.
De momento ha debido ser readmitido por la empresa. En el caso de que sea incluido en el ERE de Onda Jerez tendría derecho a una segunda indemnización, la que se correspondería con los nueve años que trabajó para dicha sociedad municipal antes de pasar al Ayuntamiento. Casos similares se sucedieron ayer en la Escuela de Negocios o la Fundación Centro de Acogida San José, entre otros.
Mientras tanto, un grupo de despedidos escenificó ante el Consistorio el entierro del ERE, quemando públicamente las cartas de despido que le fueron entregadas hace apenas una semana.