Las dificultades del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) para llenar sus tripulaciones y desarrollar su trabajo en general no han mermado, no obstante, su capacidad para interceptar alijos importantes de droga. Las cifras hablan por sí solas. Durante el pasado año, se incrementó una vez más la cantidad de droga intervenida. En lo que se refiere a hachís, el SVA logró incautarse de unas siete toneladas de hachís, según informaron fuentes procedentes de la institución. Asimismo, se logró intervenir la cantidad de 200 kilogramos de cocaína. En muchos de los servicios efectuados, el trabajo del SVA ha supuesto un apoyo fundamental para el trabajo del Servicio Marítimo de la Guardia Civil.

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El presidente de Alternativas, Francisco Mena, cree que “no se puede convertir el SVA en una policía judicial sólo de apoyo. Era muy necesario reforzar mucho el servicio de la Guardia Civil, pero hay que hacer lo mismo con el SVA. Entendemos que ‘tajo’ hay aquí para los dos cuerpos y lo básico es dejar el narcotráfico erradicado”.