Las adversas predicciones meteorológicas -que finalmente se materializaron en triste realidad- condicionaron el normal desarrollo de un Martes Santo que tendrá todavía continuidad en la mañana del Jueves Santo, toda vez que será entonces -a partir de las nueve de la mañana- cuando La Clemencia y El Amor regresen a sus templos desde la Catedral.
El panorama pintaba mal desde primeras horas de la mañana, porque los partes no eran nada favorables. Tocaba sin embargo esperar a comprobar la evolución del frente nuboso aunque todo apuntaba a que iba a ser difícil que las cofradías salieran a la calle. La primera que debía mover ficha era la Hermandad de la Clemencia, cuya salida estaba prevista para las cuatro de la tarde.
En vista de que no había llovido durante toda la mañana y de que, además, a esa hora tampoco se registraba ningún tipo de precipitación, la junta de gobierno optó por poner rumbo hacia la Carrera Oficial. En este caso ni siquiera se apuró el margen de una hora que ofrece el Consejo Local de la Unión de Hermandades. La cofradía llevó a cabo su salida procesional con absoluta normalidad, completando la Carrera Oficial y accediendo a la Catedral minutos antes de que empezara a llover. La cofradía esperó en el interior del templo catedralicio a que cesara la lluvia para iniciar el regreso a la parroquia de San Benito. Sin embargo, este hecho no llegaría a acontecer. Después de una larga espera se adoptó la decisión de no reemprender la marcha, convocándose a los hermanos a la mañana del Jueves Santo para devolver al Cristo de la Clemencia a su templo. Será a partir de las nueve de la mañana cuando la cofradía regrese a su templo, con la idea de alcanzar este objetivo antes del mediodía.
La decisión de los cofrades de San Benito de salir a la calle no alteró el pulso en San Mateo. La Hermandad del Desconsuelo era la siguiente que debía echarse a la calle. En este caso, la junta de gobierno apuró el plazo de una hora que otorga el Consejo pero, en vista de que los partes advertían de riesgo de lluvia, optó por suspender la estación de penitencia.
Incluso, antes de que la junta de gobierno de la Hermandad del Desconsuelo anunciara su decisión definitiva se abrieron las puertas de la capilla del Santísimo Cristo del Amor, que siguió los pasos de La Clemencia y apostó por poner rumbo a la Catedral.
La cofradía de la collación de San Juan corrió la misma suerte que la de San Benito. Completó la Carrera Oficial con normalidad, hasta que poco antes de que el paso del calvario del Cristo del Amor accediera a la Catedral empezara a lloviznar en el entorno del primer templo diocesano.
Al igual que en el caso de la Hermandad de la Clemencia, la junta de gobierno del Amor esperó a que un claro permitiera el regreso a su barrio, existiendo intención de acortar el itinerario de regreso para aminorar cualquier tipo de riesgo. Sin embargo, la espera fue vana. Los pasos del Señor Cautivo y el Cristo del Amor se quedaron en la Catedral. La cofradía regresará finalmente a su templo en la mañana del Jueves Santo, a continuación de la que tiene como titular al Cristo de la Clemencia.
A diferencia de lo que ocurriera en San Mateo, la Hermandad de la Defensión no consumió la hora de cortesía que ofrece el Consejo para anunciar la decisión de suspender la estación de penitencia. De hecho, la postura de la junta de gobierno se hizo pública minutos antes de las seis y cuarto de la tarde, que era la hora a la que debían de haberse abierto las puertas de la iglesia conventual de Capuchinos.
La jornada resultó un tanto anómala, ya que por la Carrera Oficial pasaron únicamente las hermandades de La Clemencia y El Amor. Eso sí, lo hicieron de modo brillante y cumpliendo los horarios a pesar de la incertidumbre generada como consecuencia de los adversos partes meteorológicos.
El cortejo de nazarenos de la Hermandad de la Clemencia estrenó cera de color rojo, a tono con la condición de Sacramental que ha adquirido recientemente. Esa cera roja se hizo visible también en los codales del único paso de la cofradía. Detrás, la Agrupación Musical de la Salud, de la Hermandad de los Gitanos, de Sevilla, que completa un binomio casi insuperable con la cuadrilla de costaleros que comanda Eduardo Biedma.
La Hermandad del Amor presentó nuevos avances en el dorado del paso del Señor Cautivo, acompañado por la Agrupación Musical San Juan, de Jerez. Tras el paso del Amor se estrenó la Banda de Cornetas y Tambores del Rosario de Cádiz. Juan y Manuel Vega Cabral repitieron como capataces de ambos pasos.
