La empresa malagueña Tecma se ha convertido ya en la penúltima víctima de los impagos de Zahav, sumándose de este modo a constructoras como Masol, a la que la multinacional chino-iraní adeuda alrededor de dos millones de euros.
Tecma ha trabajado para Zahav un par de meses, dedicándose sus empleados a dotar de saneamientos eléctricos a la parcela sobre la que debería estar ya funcionando la fábrica de vehículos todoterreno. Sus trabajadores se concentran prácticamente a diario ante la nave, con la esperanza de que el abono de las facturas pendientes de pago les permita a su vez cobrar los salarios. De momento no hay suerte. “Llevamos un par de semanas sin trabajar, porque aquí no traen materiales ni nada de nada. Aquí hay engaños y embustes por todas partes”, denunció ayer el portavoz de los trabajadores afectados.
La sensación que tienen todos ellos es que “esto es un bulo”, porque “hay muchas reuniones, pero lo que no aparece nunca es el dinero” que se necesita para liquidar las obras ejecutadas y seguir adelante con el proyecto.
La historia la conocen bien los representantes de la constructora que inició los trabajos, Masol, que lleva más de dos años esperando a cobrar. “No nos han pagado a nosotros, han metido a otra empresa y tampoco le pagan. Llevamos dos años ya escuchando la misma historia de que van a venir nuevos inversores y de que se va a pagar a todo el mundo”, explica otro de los afectados.
De momento, desde Zahav se está pendiente de la renovación de la licencia de obra. Recientemente el portavoz del Gobierno local, Antonio Saldaña, supeditaba cualquier paso a dar para dicha renovación a una próxima reunión con la empresa para formular nuevas condiciones del contrato del suelo.
