La Virgen del Carmen procesionó en la tarde noche de ayer por el centro histórico coincidiendo con su festividad y cumpliendo de este modo una verdadera tradición, pues resulta de justicia reconocer el arraigo popular que esta advocación mariana tiene en la ciudad desde tiempo inmemorial.
La procesión constituyó el brillante colofón a los cultos que se han venido celebrando estos últimos días en la basílica, con eucaristías oficiadas por fray Jorge Gil Costa, de la Comunidad de Padres Carmelitas de San Hermenegildo (Barcelona). La jornada de ayer comenzó a medianoche, con el rezo de una salve que se hace coincidir con el inicio del 16 de julio.
De nuevo, y como suele ocurrir todos los años, el templo se quedó pequeño para acoger a los cientos de jerezanos que quisieron postrarse ante las plantas de la Santísima Virgen, que todavía ocupaba su camarín. A mediodía se celebró la solemne eucaristía propia de la festividad, que contaría con la presencia de la Coral Polifónica Nuestra Señora del Carmen Coronada.
La Virgen en la calle
La procesión partió de la basílica sobre las siete y media de la tarde. La principal novedad vino dada por la modificación que se introdujo en el itinerario en su tramo final, que debía llevar a la Virgen a la plaza del Arroyo para, desde allí, alcanzar la basílica por Barranco, Curtidores, plaza Peones y Carpintería Baja.
De salida, la comitiva tomó por Carmen, Sedería, Chapinería y Padre Luis Bellido, para de este modo acceder a la plaza Plateros, donde los jóvenes habían confeccionado horas antes varias alfombras de sal coloreada que sin duda alguna vinieron a realzar este momento.
Posteriormente, la procesión continuaría el itinerario habitual de estos últimos años, tomando así por plaza Santo Ángel, Tornería, Eguiluz, plaza del Banco, Larga, Lancería, plaza del Arenal, Consistorio, Angostillo de San Dionisio y plaza de la Asunción. Desde este último punto, la Santísima Virgen bajaría por José Luis Díez para estrenar ese tramo final de su recorrido.
La cuadrilla de costaleros estuvo un año más comandada por Miguel Ángel Jaén Torres, sobresaliendo una vez más la presencia de la Banda de Música Maestro Tejera, que cada 16 de julio llega desde Sevilla para ofrecer una extraordinaria selección de marchas clásicas.
Jerez tuvo ayer ocasión de renovar su tradición de acompañar en la calle a la Virgen del Carmen, la primera imagen coronada canónicamente en la ciudad.