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Miércoles 22/05/2024  
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Jerez

Lola Manteca recibe el premio a la mujer empresaria de 2009

La galardonada aludió a la dificultad de conciliar la vida familiar con llevar adelante una empresa

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  • El alcalde, Tomás Herrera, y la delegada de Fomento Económico y Empleo, Rocío Melgar, con Lola Manteca. -
  • Durante el acto se emitió un audiovisual que recorrió la vida de la maestra y empresaria
María Dolores Lola Manteca ya es oficialmente la Mujer Empresaria del Año 2009. Así quedó ratificado ayer en el acto especial llevado a cabo ayer a mediodía en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, en el que se hizo entrega a la galardonada de este reconocimiento “al esfuerzo personal y profesional, dedicación, trayectoria y responsabilidad de muchas mujeres algecireñas”, señaló ayer la delegada de Fomento Económico y Empleo, Rocío Melgar.

La edil fue la encargada de abrir una ceremonia durante la que la homenajeada admitió haber encontrado en Algeciras “una ciudad acogedora” desde que se mudó a la misma hace 29 años, cuando fundó el Estudio de Danza Adagio. “Fue un proyecto que inicié sola y al que poco a poco se han ido incorporando otras personas”, recordó, “todas mujeres”.

Nada más recibir el premio, describió el momento como “muy especial, en el que estoy feliz de verme acompañada por el Ayuntamiento, mi familia, mis amigos, mis antiguas alumnas, e incluso por mi profesora en Madrid”.

La galardonada recordó que “cuando comencé, en Algeciras no era muy común que la mujer trabajara, y menos aún que llevara su propia empresa. Sin embargo, hoy día somos muchas, y me siento muy halagada de poder ser este año la representante de todas ellas”. Para la empresaria, a la que gusta más considerarse “profesora”, conciliar la vida laboral y familiar “es difícil, y lo es más si en principio no se tiene ganada la primera batalla, la de encontrar apoyo y comprensión dentro de la propia familia”.

Manteca comentó que la creación de la escuela de danza sirve a la idea de “poder formar bailarines algecireños que puedan hacer de la danza una profesión, y también permitir que un gran número de alumnos puedan disfrutar del aprendizaje de la danza como afición.

Antes del discurso de la premiada, se emitió un audiovisual que recorrió la trayectoria vital de la empresaria -tanto personal como profesional-, y a continuación recibió el diploma que la acredita como Mujer Empresaria del Año y una pintura de la autora algecireña Blanca Orozco.

Virtudes
El alcalde, Tomás Herrera, tomó también la palabra, en este caso señalando que en Manteca se dan “las virtudes por las que se creó el galardón Mujer Empresaria del Año en la ciudad”.

Al mismo tiempo, Herrera resaltó que “el equipo de Gobierno que represento tiene muy claro que su gestión tiene que favorecer la igualdad, y la mujer se encuentra todavía hoy desfavorecida en muchas actividades”.

De igual modo,el primer edil recalcó que “estamos ante una mujer que apostó por una idea, por una bella y productiva idea; y por nuestra ciudad. Y gracias a ello, ha venido generando riqueza no sólo para sí misma; ni sólo riqueza material. Sino que ha creado un capital humano muy valioso para la sociedad, al tiempo que ha dotado de una formación muy considerable a quienes se han educado en sus clases de baile”.

La iniciativa fue puesta en marcha por la Delegación de Fomento Económico y Empleo y la Fundación Municipal de Igualdad y Bienestar Social. La edil de la primera de las concejalías afirmó que Lola Manteca ha sido y es “una mujer valiente, ya que con ganas de superación ha sabido vencer las distintas barreras que la vida le ha puesto para que este negocio no se truncara”.

La galardonada ayer con el premio a la Mujer Empresaria del Año 2009 en el Salón de Plenos del Ayuntamiento quiso recordar ayer todos los pasos de su carrera profesional desde que emigró a Algeciras en 1980 para estar con su marido.

Tras dar clases en una guardería en Villa Palma “de la que tenía que retirar las mesas y las sillas cada tarde”, se trasladó a la Plaza de Abastos, “donde compartí local y numerosas vicisitudes con mi amiga pepa Moreno, que entonces daba clases de gimnasia”, rememoró. Con 26 años, compró su local, solicitando un préstamo que pagó durante 10 años y al 16% de interés, para acabar formando una de las academias más prestigiosas de la ciudad.

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