Según explicó el colectivo “la ubicación de la balsa que se sometió a información pública se sacó de la zona de actuación del proyecto a unos terrenos que son de especial protección forestal y en el plan especial de Valderrama aprobado en Pleno no se contemplaba la construcción de la misma y ahora pretende el promotor y el Ayuntamiento aprobar este proyecto de actuación”.
“Una vez comprobados los planos existentes en la Delegación Provincial de Obras Públicas, comprobamos que la ubicación de la balsa está dentro de los terrenos catalogados como suelo no urbanizable de especial protección por la planificación urbanística en razón a su interés forestal, por lo tanto, cualquier construcción en el mismo es absolutamente inviable”, dijo Agaden.
Según afirmaron los ecologistas “se pretende cometer un fraude, ya que la balsa no se ha incluido dentro del proyecto inicial de campo de golf, aprobado con todos los beneplácitos y de su terreno de actuación para, de manera fraudulenta, conseguir más terreno adicional para la construcción de dicha obra, cuando debiera haberse contemplado en el proyecto inicial y dentro del terreno aprobado para ello, o en todo caso, incluirlo en el terreno de actuación del campo de golf, aunque su aprobación fuera posterior y en expediente aparte”.
Para Agaden “lo que pretende Valderrama con el consenso del Ayuntamiento es sacar del terreno aprobado para el campo de golf el que pudiera ocupar una balsa de 500.000 metros cúbicos. La superficie ocupada por la balsa puede estar entre 15 y 20 hectáreas. Si a las 60 hectáreas que están autorizadas para el campo, se le resta esta superficie, el promotor se puede encontrar con que la construcción del campo puede volver a tener serias dificultades por falta de espacio para que sea de la categoría que pretenden”.
En consecuencia, el colectivo denuncia que “se estaría cometiendo una enorme ilegalidad al pretender ubicar esta infraestructura en un terreno totalmente protegido y fuera de la actuación urbanística permitida por el Plan General de Ordenación Urbana”.
“Esta forma de actuar, típica del alcalde, Francisco Vaca, es la que se ha venido teniendo desde que se inició la revisión del PGOU, es decir, oscurantismo a la hora de hacer pública la información, falta de respeto por la legislación y actuaciones fraudulentas sin escrúpulos par conseguir los objetivos de los promotores, quienes no dudan en utilizar todos los mecanismos necesarios para sacar adelante un proyecto que les está dando bastantes dolores de cabeza”, señaló Agaden.
Por ello, el colectivo ecologista asegura que “seguiremos apostando por la reservación forestal, denunciando y actuando donde proceda estos atentados contra la legalidad y el medio ambiente”.
