La falta de acuerdo entre la patronal bodeguera Fedejerez y los representantes sindicales de los trabajadores del sector vitivinícola aboca al inicio inmediato de movilizaciones. La reunión celebrada ayer entre ambas partes no supuso ningún avance en la negociación del nuevo convenio colectivo.
Más aún, el encuentro sirvió para constatar que la patronal no está dispuesta a ceder a pesar de que la asamblea de trabajadores celebrada este pasado martes acordó la convocatoria de acciones de protesta en el supuesto de que no se produjera un acercamiento de posturas.
En principio se han convocado concentraciones ante las bodegas a partir del próximo lunes 26 de septiembre, aunque los sindicatos siguen abiertos al diálogo con la patronal.
Las organizaciones sindicales lamentaron en todo caso que la propuesta trasladada ayer por la patronal en la mesa negociadora mantuviera la intención inicial de eliminar los artículos que quedaron en suspenso en el anterior convenio, algo que entonces aceptaron los trabajadores para tratar de sacar a flote al sector en un periodo de crisis económica.
Uno de los caballos de batalla de la negociación son los pluses de antigüedad, que Fedejerez plantea cambiar “por un concepto variable ligado a posibles beneficios de las empresas”.
En cuanto a los censos de eventuales, no se contemplan fórmulas de estabilidad similares a las que ya existen en otros sectores vinícolas, defendiendo la representación sindical la existencia de fijos discontinuos. Ante estas propuestas, “que no dan respuesta al mantenimiento de las condiciones” del convenio actual, “no queda más remedio que seguir con las medidas acordadas en la asamblea, con la intención de desbloquear la dinámica de la negociación” que está siguiendo la patronal bodeguera. Si no ocurre nada que lo impida, las protestas comenzarán el lunes 26.
