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“Lo nuestro no ha sido una herencia; ha sido una pedrada"

El calvario de cuatro hermanos de Jerez tras perder el hotel que heredaron, que luego fue vendido por ocho veces menos de su valor

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  • Fachada del hotel de la familia hasta 2010. -
  • Tienen embargadas sus cuentas corrientes y propiedades y han de hacer frente a 90.000 euros del impuesto de sucesiones

 Los andaluces pagan 100 veces más por su herencia que los madrileños y 1.000 veces más que los canarios. Un agravio fiscal denunciado por la plataforma Stop Impuesto de Sucesiones que en Jerez ilustra a la perfección el caso de Francisco Pacheco y sus tres hermanos pero con unas connotaciones todavía peores. No solo tienen que pagar el impuesto de sucesiones, sino que los cuatro tienen hipotecado su futuro y su jubilación después de estar trabajando toda la vida al haber heredado el hotel de la familia cuando su padre murió en 2010 que ya ni siquiera es de su propiedad.


Para ponerse en antecedente hay que remontarse a abril de 2010, fecha en la que su padre fallece. Hasta entonces, el Hotel Ávila, un pequeño hostal por la calle Arcos, era regentado por toda la familia, especialmente por uno de los hermanos. En plena crisis, sus intentos por venderlo fueron en vano y entonces comenzó un calvario que dura ya siete años.  Tal y como relata la abogada de la familia, Carmen Julia García Mesa, lo sangrante de este caso es que tras embargarlo y valorar la Junta de Andalucía este inmueble en 1,4 millones de euros, tras aplicar el valor catastral, después de salir a subasta y quedar desierta, finalmente el hotel fue adjudicado a un tercero por 185.000 euros. 


Tal y como expone la letrada, se trata de una cuantía que es ocho veces menos de su valor. “La Administración andaluza da su visto bueno a que este inmueble se venda por una cantidad irrisoria”, explica, tras advertir que van a “luchar” y van a solicitar que se vuelva a calcular los valores por los que se ha girado el impuesto de sucesión, que hace que estos hermanos sigan debiendo, tengan embargadas sus casas y sus cuentas corrientes por los 90.000 euros del impuesto de sucesiones. Fue la Diputación de Cádiz la que realizó la subasta porque no podían hacer frente a los 400.000 euros que la Agencia Tributaria de Andalucía les exigía. Nunca quisieron sacar rédito, al contrario. “Se han quedado con el hotel y seguimos debiendo 90.000 euros porque con su venta se pagó parte de intereses y parte de la plusvalía”.  Lo nuestro no ha sido una herencia; ha sido una pedrada”, se lamenta Francisco Pacheco. A sus 64 años, él es  uno de los afectados “pero estamos todos igual los cuatro, unos con más dinero y otros con menos”. Lo peor de todo, como señala su abogada, es que casos como el de Francisco y sus hermanos se repiten en Andalucía  “y no de gente rica, sino todo lo contrario”.

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