La prueba de cotejo de ADN realizada al cadáver del empresario José María Ruiz-Mateos, que murió en septiembre de 2015, para una prueba de paternidad ha dado positiva, han informado a Europa Press fuentes jurídicas.
Por ello, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 y Violencia sobre la Mujer de Pozuelo de Alarcón ha fijado para el próximo 6 de junio a las 10,00 horas el juicio de filiación por el procedimiento de paternidad iniciado por Adela Montes de Oca, quién dice ser su hija.
El pasado abril, el cadáver del empresario fue exhumado para cotejar el ADN del fundador de Rumasa con el de la mujer. Su cuerpo estaba enterrado en el columbario de la iglesia Nuestra Señora de la O de Rota (Cádiz) al cementerio municipal, donde los forenses extraerán las muestras necesarias.
Ruiz-Mateos murió el 7 de septiembre de 2015 a los 84 años de edad en un hospital del Puerto de Santa María (Cádiz). Una noche antes había ingresado en la cárcel de Soto del Real.
La representación legal de Adela presentó el 13 de octubre de 2016 un escrito en el que solicitaba la exhumación del cadáver, con el fin de obtener muestras biológicas del mismo y practicar la oportuna prueba biológica de paternidad, mediante cotejo de ADN. Tras ello, el Ministerio Fiscal presentó escrito adhiriéndose a la solicitud, y la parte demandada oponiéndose a la misma.
La prueba pericial biológica de ADN propuesta ya fue declarada pertinente en un auto dictado por este juzgado el 21 de octubre de 2014, que en vida del demandado, acordó librar oficio al Instituto Nacional de Toxicología para que señalara día y hora.
Ruiz-Mateos fue citado el 12 de enero de 2015, pero no compareció. También se le citó el 23 de marzo, sin aparecer. Tras ello, se acordó librar oficio al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses para anular el informe elaborado dada la incomparecencia del demandado, y se citó a las partes para la celebración de la vista, prevista para el día 12 de noviembre de 2015. El empresario falleció el 7 de septiembre.
No obstante, el 9 de julio de 2015 se presentó escrito por parte del demandado en el que solicitaba el sobreseimiento del procedimiento, alegando que padecía una enfermedad muy grave con padecimientos incurables, siendo imposible su comparecencia el día del juicio.