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La risa como terapia

Cuando estaba a punto de apagar la tele para no entrar en depresión me acordé de Esteban Viaña y de que la risa es la mejor medicina

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  • Esteban Viaña, de Payasos Sanadores -

Me  senté este lunes a ver y escuchar uno de los informativos de una de las cadenas televisivas nacionales de nuestros días. Cortes de calles en Cataluña, trenes que no pueden salir, barricadas, protestas multitudinarias, gente que no sé si trabajan pero que  no fueron al trabajo ya que estaban desde la madrugada esperando en no sé qué institución gubernamental, policías autonómicos mirando y dejando hacer, imágenes de un delincuente que le pegó a un Policía Nacional en una manifestación de días pasados, alguien que sale y dice que las declaraciones del tal Torras,animando a seguir  a los independentistas que estaban sembrando el caos en las calles, no alientan la violencia, otros que piden el 155 ya, porque, claro, el uno quiere mantenerse en el poder y los otros ven la ocasión de que Sánchez adelante las elecciones...y después los master fraudulentos o las noticias de una violencia de género que, desgraciadamente, no cesa o el desastre natural que ha destrozado casas, viviendas y, sobre todo, se ha cobrado miles de vidas humanas en Indonesia y más desgracias y más desafueros políticos. Un informativo para apagar la televisión y olvidarte de todo lo que has visto y escuchado so pena de entrar en una terrible depresión. Y en esas estaba, en si apagar la televisión o seguir sufriendo con las informaciones ofrecidas, cuando recordé a Esteban Viaña Cantero, con quien tuve la fortuna de compartir unos minutos la semana pasada para hacerle una entrevista con motivo del homenaje que este lunes recibió en el acto institucional de comienzo de la Semana de los Mayores. Un hombre entregado a los demás y que explicaba que la mejor medicina es la risa. Una risa te sirve para olvidar lo malo y apreciar lo bueno. Y eso hice, reírme a mandíbula batiente de aquellos que siembran el terror en aras de un nacionalismo fanático que no les lleva a sitio alguno, reírme de felicidad porque dentro de la tragedia de Indonesia hay miles de personas, de todas las naciones, de todas las ideologías y de todos los credos, que se están movilizando para ayudar y reírme porque estoy aquí y puedo escribir lo que me plazca.

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