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“Hago mi vida normal, como la hacía antes del coronavirus”

José Manzano es jerezano y lleva 16 años viviendo en el norte de Italia. Salvo que su hijo está sin colegio, su rutina no ha cambiado, aunque percibe miedo

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  • José Manzano en una imagen de uno de sus paseos por el norte de Italia, donde reside desde hace 16 años. -

José Manzano es jerezano, tiene 44 años y en mayo cumplirá 16 años viviendo en el norte de Italia. Siempre que puede regresa en vacaciones con su hijo. Estuvo las pasadas navidades y tiene previsto volver en agosto. Para entonces, tiene claro que toda la alerta mundial que ha desatado el coronavirus estará más que enterrada. Pese a lo que pueda verse por televisión, José insiste en que sigue haciendo “vida normal” y que su rutina y la de su pueblo, Fiesso Umbertiano, de 4.000 habitantes, situado en Veneto, una de las regiones en la que se concentran los puntos críticos del brote en Italia junto con Lombardia y Emilia Romaña, no ha cambiado. Estas últimas semanas su familia y sus conocidos de Jerez se repiten con los mensajes para pedirle que tome precauciones y se cuide del riesgo de contagio del Covid-19 después de que Italia esté en el punto de mira al ser la ciudad que concentra más casos de coronavirus en Europa con 197 fallecidos y 4.636 casos y 523 casos recuperados.

Cuando da sus partes vía móvil siempre llama a la calma. “Familia, por aquí todo bien,¿ y por allí cómo están las cosas?”, pregunta en un audio en el grupo de WhatsApp que tiene con sus padres y sus hermanos. “Mi madre al principio estaba un poquito asustada, me empezó a llamar todos los días cuando empezó a haber problemas en Italia, hace diez días o así, pidiéndome que tuviera cuidado, y mi hermano me decía que fuera al supermercado a comprar cosas”, relata a Viva Jerez. A todos les traslada lo mismo: que todo está bien, que “no hace falta comprar, que los grupos de riesgo son los mayores y las personas que tienen problemas de salud se tienen que preocupar”.

“Yo hago mi vida normal y corriente como la hacía antes del coronavirus. Aquí se está dando mucho bombo a las cosas pero la verdad es que todo el mundo va a trabajar”, insiste. De hecho, va a comprar al supermercado, que “tiene de todo”, aunque reconoce que, ciertamente, al principio “la gente ha comprado más cosas, pero ahora está más tranquila”. “No se está viviendo como una cosa muy alarmante, ni la gente va con mascarilla por la calle. La gente sale y entra y van a los bares a comer como hacían antes; hacen vida normal”, reitera.

¿Qué ha cambiado en las últimas semanas? Pues por ejemplo que su hijo pequeño no va al colegio desde hace 15 días. “Los niños son los únicos que están disfrutando esto porque se piensan que están de vacaciones” y que en la autopista cuando va con el camión “se ve mucho menos tráfico”. “Yo voy con el camión a Bérgamo, que es zona roja, y voy tranquilo, sin mascarilla ni nada”. Eso sí, reconoce que en su trabajo -se dedica a hacer depósitos para energía solar para casas, grandes superficies, hoteles, etc.- han puesto varios avisos con medidas de prevención a tener en cuenta, lo cual no ha trastornado para nada su rutina.

De hecho, en su día a día, va en moto al trabajo, y ha seguido así con la alarma del coronavirus. “No tengo miedo de cogerme un resfriado y aquí por las mañanas hay ocho grados y mucha humedad, y ahora mismo está lloviendo, pero sigo haciendo lo mismo de antes”.

Lo que sí le llega a José es el “miedo” de la gente a ir a los hospitales, donde hay unidades que permanecen cerradas por estar en cuarentena. “Los médicos han cogido coronavirus tratando a los enfermos. Eso ha pasado en casi todos los hospitales de las grandes ciudades y han cerrado pediatría, neumología, con los médicos y todos los que han estado en contacto con las personas contagiadas”.

Ante estas circunstancias, las personas que tienen que ir a hacerse pruebas médicas intentan suspenderlas por miedo a contagiarse. “La abuela de mi niño tiene que operarse el pie y tiene que hacerse una resonancia y está pensando en aplazarla por no ir al hospital”, señala. También le consta que han restringido las visitas a las residencias de ancianos para evitar más casos de contagios porque en los hospitales no dan abasto, ni tienen camas, ni máquinas de respiración asistida suficientes. 

*Este reportaje se editó el fin de semana previo a que Italia declarase su territorio "zona roja" ante el avance del coronavirus. 

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