Nuevo robo en el centro de Jerez, a plena luz del día y a mano armada. Esta vez le ha tocado a la Oficina de Información y Atención al Usuario de Autobuses Urbanos de la calle Corredera, donde un individuo irrumpió el pasado martes a las dos de la tarde, media hora antes del cierre. Según han relatado a este periódico trabajadores del servicio, el individuo, con acento de la zona, se coló en el interior de las dependencias con la cara tapada con un casco de motocicleta, gafas de sol y mascarilla, y amenazó a la trabajadora con un cuchillo para que le diera el dinero.
La empleada, que ayer volvía a su puesto de trabajo todavía con el susto en el cuerpo, no opuso resistencia y en cuestión de segundos el sujeto se marchaba corriendo con un botín de aproximadamente unos 600 euros. El atracador aprovechó que a esa hora no había público en unas dependencias que suelen tener bastante actividad, pues es desde donde se expiden los bonos mensuales y distintas bonificaciones para colectivos y donde también la persona encargada debe realizar el arqueo antes de cerrar.
A su favor también tenía la falta de movimiento que hay en el centro comercial Jerez Plaza donde se ubica esta oficina, dado que apenas hay dos locales ocupados, lo que hace que, en la práctica, los encargados de este servicio “estén vendidos”, tal y como denuncian, especialmente durante el invierno a la hora de cerrar a las 20.30 horas.
De igual manera, el déficit de medidas de seguridad también es el aliado perfecto para este tipo de episodios, dado que, según denuncian, carecen de alarma de seguridad y cámaras de vigilancia para unas dependencias en las que siempre suele haber empleadas. “Con el tema de los recortes no hay seguridad ninguna, y las soluciones que está buscando la empresa son chapuceras, como poner un timbre en la puerta”, critican. Lo último que han sabido es que en el comité de empresa han solicitado una mampara de seguridad, “cuando lo que hay que hacer ahí es poner a una persona más, porque hay tres puestos para atender a la gente y sólo se cubre uno, y reforzar la seguridad con un vigilante u otras medidas”, se quejan.
Reclaman más personal
De esta manera, entienden que también evitarían las colas que se vienen generando y que a veces llegan al patio, reforzando el servicio ciudadano y no dejando nunca sola a la empleada a la hora de hacer el cierre. También reclaman para este servicio un datáfono, el cual llevan tiempo pidiendo por activa y por pasiva para evitar concentrar tanto dinero físico a diario, como el botín con el que se hizo el individuo el pasado martes, así como la reapertura de la oficina de La Granja que, según apuntan, lleva más de un año cerrada.
La Policía Nacional, que desde la finalización del estado de alarma y el repunte de delitos contra el patrimonio en la zona centro comercial, está realizando un refuerzo especial de la zona tanto con agentes de uniforme como de paisano ante los robos registrados, ha abierto una investigación por los hechos, que ya han sido denunciados. Hasta el cierre de este número no se había detenido al autor de los hechos.