La Policía Local difundió ayer un comunicado en su cuenta oficial de Facebook que en cuestión de horas tuvo casi un millar de compartidos sobre la obligatoriedad del uso de la mascarilla y los contados supuestos en los que el ciudadano podrá ir por la vía pública sin ella. El 092 optó por esta aclaración después de las modificaciones que ha introducido la Orden del 14 de julio de la Consejería de Salud y Familias sobre el uso de la mascarilla y otras medidas preventivas para hacer frente al Covid-19. El uso es obligatorio desde ayer miércoles tanto en espacios al aire libre como en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, aunque pueda garantizarse la distancia interpersonal de seguridad de 1,5 metros, y esto último es la novedad, especialmente en lo que respecta a los espacios al aire libre.
No hay cambios en cuanto al transporte, y la mascarilla sigue siendo obligatoria en medios aéreos, marítimos, autobús o ferrocarril, así como en transportes públicos y privados de hasta nueva plazas incluido el conductor, si los ocupantes de los vehículos de turismo no conviven en el mismo domicilio. La gran novedad viene de la mano de piscinas y playas, donde aunque la mascarilla no se exigirá para el baño y mientras se permanezca en un espacio determinado, siempre y cuando se pueda respetar la distancia de seguridad interpersonal, sí deberá utilizarse en los desplazamientos y paseos, lo cual hasta ahora sí estaba permitido. En el deporte tampoco se exigirá su uso para ejercicios individuales al aire libre “ni en los supuestos de fuerza mayor o situación de necesidad o cuando, por la propia naturaleza de las actividades, el uso de la mascarilla resulte incompatible.
Eso sí, cuidado con confundir pasear con hacer running, no llevar la indumentaria adecuada deportiva y con la picaresca, tanto este comportamiento como el incumplimiento de las obligaciones detalladas serán sancionados con 100 euros de multa. Las excepciones se mantienen y no será exigible el uso de mascarillas a menores de seis años personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad para respirar que pueda verse agravada, o que, por su situación de discapacidad o dependencia, no tenga autonomía para quitarse la mascarilla.
