El fallecido tenía todas sus pertenencias en la vivienda desde la que se precipitó al vacío
La ex pareja del súbdito boliviano, S. A. Z. consintió retomar la convivencia con su agresor pese a que sobre él pesaban dos órdenes de alejamiento. R.I.O. falleció en la mañana del pasado lunes tras precipitarse desde el octavo piso del bloque 3 de la plaza de la Inmaculada.
Así lo aseveraron ayer fuentes policiales oficiales, que apuntaron que en la casa se encontraban los enseres personales del fallecido, dando a entender que no sólo pernoctaba allí, sino que residía de manera habitual.
Este hecho desmontaría la creencia inicial de que el presunto maltratador había irrumpido en el hogar que compartía su ex pareja, S.A.Z., con otras cuatro personas, tres de nacionalidad boliviana y un peruano.
Las fuentes consultadas aseveran, asimismo, que el joven cayó al vacío tras conocer que la Policía Local subía a buscarle, pero antes de que los agentes tocasen a la puerta. Su muerte fue instantánea.
De igual modo, este diario ha podido saber que en el momento que se habían producido los hechos, todos los ocupantes de la casa habían consumido importantes cantidades de alcohol.
La Policía Nacional tomó declaración a los otros cuatro ocupantes de la casa, pero no a la ex pareja del fallecido, que aún se encontraba ayer hospitalizada tras sufrir un ataque de ansiedad justo después de lo ocurrido. Se ha corroborado que el boliviano se encontraba en situación irregular en España.
Acoso inverso
De igual modo, miembros del círculo de familiares y amigos del fallecido hicieron constar que la relación entre R.I.O y S.A.Z., que se había prolongado por espacio de unos dos años, “nunca llegó a terminarse”, agregando que en un momento dado “pasó lo que tenía que pasar y llegaron a las manos”. Un compañero del equipo de fútbol aficionado en el que jugaba el presunto maltratador afirma que tanto a él como otros compañeros “nos consta” que el fallecido “recibía llamadas de esta señora” y sugieren que el acoso se estaba produciendo de forma inversa, y que cuando la pareja volvía “cada vez que se peleaban ella lo denunciaba”.
Aproximadamente un centenar de personas, en su mayoría de nacionalidad boliviana y algunos peruanos, se concentraron el lunes entre las 21.00 y las 0.00 en el lugar donde murió R.I.O., Todos ellos colocaron velas en el lugar donde cayó el cuerpo. Asimismo, están a la espera de que la Policía les devuelva el móvil “para poder demostrar que no era él quien acosaba”.
Hay que recordar que R.I.O. tenía dos órdenes de alejamiento de junio y octubre de 2009 del juzgado de lo penal número 1 de Algeciras.