Imagínese que se gasta usted el dinero en poner cámaras de vigilancia en su casa para que los malhechores no entren a robarle o a hacerle un destrozo, pero que una vez que monta toda la infraestructura, cuando ocurre el hecho ilegal, decide que no era un sistema para sancionar, sino solo para obtener información. Pues algo así es lo que piensan muchas y muchos ciclistas malagueños de la puesta en marcha de los sistemas de control de velocidad, instalados inicialmente la zona litoral de la ciudad a mitad del mes de noviembre en los carriles compartidos entre vehículos convencionales y los de movilidad personal, que servirán al Ayuntamiento de la capital para “la obtención de información acerca del comportamiento de los conductores y conductoras en los carriles 30 kilómetros/hora”, según indicaron desde el consistorio en una nota de prensa.
¿Qué dicen de ello los afectados? Pues algo así como que después de asistir a la habilitación de los ‘timocarril’, estamos ahora ante los ‘timoradar’. Para José Luis Martín Bellido, presidente del colectivo ciclista Ruedas Redondas, “entendemos que una vez más, el ayuntamiento incumple su palabra, que era controlar la velocidad de los ‘timocarriles’ 30,” pero con un agravante: “Para más inri lo hace público, para que a nadie le quepa la mínima duda que no van a controlar la velocidad en la ciudad”.
Ante la intención del Área municipal de movilidad que a través los cinco puntos de control obtendrá información sobre velocidades, intensidades y otras magnitudes de tráfico “con el fin de mejorar la seguridad vial y la movilidad en este tipo de vías urbanas”, Martín Bellido recuerda las tres muertes que consideran se han producido en lo que va de año por exceso de velocidad: “la de un motorista en el Morlaco, una mujer que cruzaba por un paso de peatones y otro fallecido en un atropello en Camino de San Rafael”, del que considera que si bien cruzó por una zona sin paso para personas, si es cierto que hay mucha distancia, asegura en esa vía, entre unos y otros.
Si el Ayuntamiento indicó que los datos obtenidos en estos cinco primeros radares instalados en la zona Este se utilizarán “solo” con fines estadísticos y de estudios y no van a emplearse “con fines sancionadores”, desde Ruedas Redondas se reprocha el “incumplimiento de las promesas del alcalde y del edil de movilidad tras la ‘bicifestación’ del 14 de febrero”.
No entienden además, esta laxitud con los conductores infractores que ponen en riesgo al resto de ciudadanos, mientras “se sanciona a ciclistas que van por zonas que no son aceras, sino de uso conjunto como el entorno del Centro de Arte Contemporáneo o el Pasillo de Santa Isabel”. Y es que Martín Bellido tiene claro que “no todo lo que no es acera es carretera”.
Por ello, insisten en que lo que se debe hacer es “segregar la bici del vehículo a motor”, ahora bien, “si se comprometieron a modular la velocidad no vengan a hacer esto”, ya que considera que “no estamos para estudios porque hace ya un año de la nueva ordenanza de tráfico, que está bien, pero si se dan la circunstancias para cumplirla”.
El presidente del colectivo cilcista señaló por último, que en estos momentos, recaban información jurídica porque consideran que puede haber posible prevaricación en la decisión de no sancionar, que si se confirmarán, les llevarían a una denuncia judicial, aunque, lamenta que no es la solución que quieren ya que "al final son los ciudadanos los que pagan con sus impuestos" cuando se denuncia al ayuntmaiento.