Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en Málaga un entramado criminal que funcionaba a modo de consultoría del cibercrimen nutriendo a terceras organizaciones, especialmente de origen subsahariano, de una amplia gama de documentos falsificados para la comisión de fraudes en Internet.
Los investigadores han detenido a cuatro miembros de esta red, incluido el líder de la misma, un falsificador de referencia, de origen camerunés y amplios conocimientos en informática y banca online, que había convertido su domicilio de Benalmádena (Málaga) en un laboratorio de falsificaciones masivas de documentos físicos y virtuales, valiéndose de instrumental especializado y destacando la elaboración de 1.400 documentos NIE fraudulentos.
Asimismo, han detallado desde la Policía Nacional en un comunicado que la red desmantelada no solo operaba como consultoría del cibercrimen. También se dedicaba de modo directo al ciberataque y, en última instancia, al blanqueo de capitales, por lo que la trama adquiría un carácter "integral".
Hasta el momento, los agentes han atribuido a la organización 108 fraudes cometidos a través de las nuevas tecnologías, incluidos una decena de timos del amor, cinco estafas relacionadas con falsos premios de lotería y falsas herencias procedentes de un familiar desconocido, y casi un centenar de fraudes con la modalidad 'man in the middle'.
Los beneficios obtenidos por la organización criminal rondan los dos millones de euros, habiendo sido bloqueados 108.556 euros en 144 cuentas bancarias abiertas por el entramado. Para la actividad de blanqueo de capitales, la red se valía de mulas financieras, el perfil más bajo dentro del organigrama de la red, personas que, a cambio de una comisión --600 euros de media--, extraían en cajeros automáticos el dinero de las ciberestafas o se dedicaban a abrir las cuentas con la que blanquear el dinero defraudado a través de la banca online.
La operación 'Mogador', que ha sido llevada a cabo por agentes adscritos al Grupo de Ciberdelincuencia de la Comisaría Provincial, se inició meses atrás al detectarse, en un cajero de la capital malagueña, una mula financiera que se disponía a retirar un dinero de una cuenta bancaria a la que habían ido a parar 13.000 euros estafados a una empresa del sector de la alimentación, a través del método 'man in the middle'.
En este caso concreto, un proveedor de la compañía estafada había sido infectado con un programa malicioso de tipo 'troyano'. Este software malicioso permitió a los ciberdelincuentes tener el control del correo electrónico de dicho proveedor y, a continuación, remitir un falso email con los datos de cuenta cambiados para que el negocio de alimentación pagara a la red criminal en lugar del distribuidor.