El ex jugador y capitán del Atlético de Madrid y concejal del Ayuntamiento de Marbella desde 1999 Tomás Reñones ha asegurado este viernes que el ex alcalde marbellí Jesús Gil y Gil le pagó 1.250.000 pesetas en el año 1998 por la elaboración de un informe sobre la situación deportiva y de las instalaciones de Marbella.
Así lo ha manifestado Tomás Reñones, durante su declaración en la séptima jornada del juicio por el denominado caso 'Saqueo II', derivado del informe del Tribunal de Cuentas sobre la gestión municipal del Grupo Independiente Liberal (GIL) entre los años 1991 y 1999 en el Ayuntamiento de Marbella.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el 30 de abril de 1998 y antes de ser nombrado gerente de la sociedad Actividades Deportivas 2.000, Reñones facturó a esta sociedad 625.000 pesetas en concepto de "coordinación y asesoramiento del deporte en el término municipal de Marbella. El 31 de mayo de ese mismo año, volvió a facturar la misma cantidad "sin que tal prestación de servicios existiera ni existan informes al respecto", dice la Fiscalía.
En relación con estas dos facturas, Reñones ha explicado que esa fue su "primera relación" con el Ayuntamiento de Marbella y que responden al "trabajo realizado" para el Consistorio. Reñones ha relatado que invirtió "dos meses de trabajo" en la elaboración de dicho informe que fue un "encargo verbal" de Jesús Gil, es decir, que no hubo contrato alguno. También, ha asegurado que informaba periódicamente a Gil sobre sus progresos.
"El alcalde llamó directamente al secretario, Modesto Perodia, para que éste a su vez me diera a mí todas las facilidades para haces esto", ha declarado, al tiempo que ha aclarado que no se dio de alta como autónomo porque todavía estaba jugando al fútbol a nivel "profesional".
A la salida del juicio, Reñones y su letrado defensor han explicado a los medios de comunicación que existe una providencia del Tribunal de Cuentas fechada en junio de 2002 que ya justificó el cobro de dichas facturas por la realización del informe y que ésta ha sido aportada a la causa.
GASTOS DE KILOMETRAJE
Además, a partir de marzo de 2000 Tomás Reñones fue nombrado gerente de la sociedad municipal Actividades Deportivas 2.000, S.L, abonándose al acusado, según la Fiscalía, "unos supuestos gastos de kilometraje y desplazamientos" durante el citado año por importe total de 1.752.130 pesetas, "sin que dicha partida respondiera a la realidad", aunque fueron contabilizados unos "ficticios" 293.325 kilómetros.
Sin embargo, la documentación presentada ha aclarado que la cifra de 293.325 no responde a kilómetros realizados, sino a pesetas cobradas en concepto de desplazamiento y que las 1.752.130 pesetas son la nómina que percibió en el primer semestre de 1999 como "un trabajador más" de la empresa.
Respecto a dicha partida, ha contado que se trata de un "plus" que recibían los empleados de la sociedad por transporte y kilometraje porque "todos" debían desplazarse entre las instalaciones deportivas que estaban "muy dispersas".
En este sentido, ha indicado que cuando empieza su actividad en la empresa municipal este extra era "variable" en función de los desplazamientos que hacía cada día. Reñones llegó a cobrar en su nómina mensual 45.000 pesetas en dietas y 58.950 en kilometraje.
Reñones ha precisado que Jesús Gil le nombró, también en marzo de 2000, gerente de la sociedad Difusión y Comunicación 2.000, S.L. "para reducir los gastos" de la empresa que eran "mu elevados" y ha añadido que no recuerda haber asistido a ninguna reunión del consejo de administración de la citada sociedad.
CUMPLIR UNA "MISIÓN"
Así, ha explicado que, gracias a la publicidad, conseguió reducir el gasto de la empresa en 12 millones de pesetas al mes, lo que supuso "un ahorro de 120 millones de pesetas al año" para el Ayuntamiento. "Yo llegué a hacer una misión, la cumplí y me marché. Fui a reducir el gasto", ha remachado Reñones.
No obstante, sí ha reconocido haber mantenido encuentros con la oficina contable de la sociedad que se encarga de "las nóminas y los seguros sociales" de los trabajadores y ha sostenido que no realizó ninguna auditoría de las cuentas cuando fue nombrado gerente porque él no es "una persona de números" ni leyó tampoco las cuentas de resultados.
"Sería absurdo que la leyese porque no la iba a entender", ha subrayado, al tiempo que se ha referido a los impagos de las cuotas de la Seguridad Social y ha zanjado: "Las facturas sociales que a mí me mandaban se pagaban, por supuesto".
El Ministerio Fiscal solicita para Tomás Reñones una pena de prisión de cinco años por la presunta comisión de un delito continuado de malversación de caudales públicos y otros tres años y seis meses de cárcel por un delito continuado contra la Seguridad Social.