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Málaga recurre a la avispilla para tener aceras más limpias

La suelta controlada de estos insectos podría acabar con los pulgones de jacarandas y lipuanas que manchan las aceras. El sistema cuesta dos euros por árbol.

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El Ayuntamiento de Málaga está probando un nuevo sistema de suelta controlada de avispillas que podría acabar con la suciedad en las aceras y calles que generan las vistosas y abundantes jacarandas y lipuanas de la ciudad. Las pruebas comenzaron este jueves en la calle María Villanueva Gallego, junto al Parque Huelin, en una veintena de árboles, en los que se colocaron pequeñas cajitas con el insecto, de apenas 3 o 4 milímetros de longitud, que depositará un huevo en el interior de los pulgones que habitan estos árboles, causantes en realidad de esa resina que al caer al suelo se queda pegada a las aceras y lunas de los vehículos y es tan difícil de eliminar.

Habrá que esperar entre cuatro o cinco días para conocer los resultados de esta técnica, que podría aplicarse en el resto de la ciudad, según confirmó a Viva el edil de Medio Ambiente, el popular Raúl Jiménez, que avanzó que permitiría “ahorrar mucho dinero en la limpieza específica de este problema y destinarlo a mejorar otras zonas”.

De momento, la inversión de esta prueba que podría marcar un antes y un después en el estado de muchas zonas de la ciudad ronda apenas los 40 euros, a razón de dos euros por cada árbol. Un sistema que usa como “armas” biológicas a estos parásitos para acabar con las plagas de pulgón y que ya funciona en ciudades como Paterna, Mallorca o, sin ir más lejos, Marbella, con muy buenos resultados. Una “lucha” biológica que es inofensiva para el ser humano y, además, inocua para el propio árbol.

El responsable calcula que en la capital contamos con unas 7.000 jacarandas por lo que la inversión inicial se podría amortizar en poco tiempo. Un sistema que no es nuevo y que ya se usa para combatir el picudo rojo en las palmeras, pero que es la primera vez que explora otras especies “ayudantes” naturales. Las flores moradas de las jacarandas y amarillas de las lipuanas seguirán adornando cada época de floración las calles de Málaga pero la avispilla podría acabar con esa resina pegajos aferrada a aceras y avenidas en zonas tan emblemáticas como la Plaza de la Merced, Muelle Heredia y también zonas de nueva construcción como Teatinos o la Virreina.

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