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Un paseo por los cementerios más singulares de Málaga

Desde el camposanto con planta octogonal de Sayalonga, a la joya neoclásica de San Miguel, en la capital, pasando por el Cementerio Inglés, merecen una visita

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  • Sayalonga.

La celebración de la Fiesta de Todos los Santos, el 1 de noviembre, y la de los Fieles Difuntos el día 2 llenan de vida, paradójicamente, los cementerios por parte de los que tienen la costumbre de visitar a sus familiares.

Aunque muchas veces asociado a lo macabro, muchos de los cementerios de la provincia de Málaga invitan a algo más: los camposantos son espacios para el silencio, dotados muchos de ellos de una indudable belleza estética, enclavados en idílicos entornos naturales o con una concentración artística que adquieren la categoría de verdaderos monumentos funerarios.

En estos días en que los cementerios huelen a flores frescas y los vecinos de los pueblos de la Costa del Sol embellecen sus muros como homenaje a los difuntos, invitamos a visitarlos y a saber ver más allá de su propia función.


Cementerio de Sayalonga

Por ejemplo, en plena Axarquía se encuentra el pueblo de Sayalonga. Uno de los principales atractivos del caserío es su singular cementerio de planta octogonal.

La peculiar forma del camposanto no parece obedecer, en absoluto, a una cuestión de azar. Las investigaciones realizadas sobre el monumento, fechado por el historiador local Valentín Fernández hacia 1840, parecen indicar un origen masónico en sus líneas. El mismo historiador atribuye su autoría a Pedro Gordillo, arquitecto que fue de la Catedral de Málaga.

De cualquier forma, su aspecto encalado y la presencia de líneas geométricas, presentes en todo el cementerio, lo convierten en uno de los más sugerentes de la Costa del Sol.


Cementerio de Frigiliana

Siguiendo en la Axarquía, merece la pena desplazarse hasta Frigiliana. La construcción del camposanto de este se pueblo se remonta a 1791 y su principal belleza radica en el contexto del urbanismo del pueblo: y es que el cementerio de Frigiliana es un ejemplo de armonía urbanística ente esas instalaciones y el simpar casco urbano de este pueblo blanco.

El cementerio se encuentra a la entrada sur del pueblo, anexo a una pequeña ermita dedicada a San Sebastián, que se levantó en 1834 en acción de gracias por salir el pueblo de una epidemia de cólera.


Cementerio de San Miguel, en Málaga

Inaugurado en 1810, el Cementerio de San Miguel de Málaga capital es uno de los más suntuosos y estéticos del país. Joya neoclásica de la provincia, un paseo por sus panteones es toda una lección de arte e historia de la ciudad. Aquí fueron enterrados personajes de la talla del médico Gálvez Ginachero, el empresario Manuel Agustín Heredia, los pintores Ferrándiz, Muñoz Degrain o Moreno Carbonero, y músicos como Eduardo Ocón. Pero también otros nombres como el de Alvin Karpis, uno de los criminales más perseguidos en Estados Unidos, fallecido en Torremolinos en 1979.

Los mejores arquitectos y escultores de fines del XIX y comienzos del siglo XX han dejado sus obras en los distintos panteones, llenando de arte este camposanto que dejó de recibir entierros en 1987.

Además, en el centro del cementerio se alza la impresionante capilla circular, con interesante imaginería dieciochesca. Aquí, el general Torrijos y sus compañeros recibieron sus últimos honores antes de ser trasladados al actual obelisco de la plaza de la Merced.


Cementerio de Casabermeja

Cerca de Málaga se halla Casabermeja, que alberga un impresionante cementerio declarado en 1980 monumento nacional y en 2006 Bien de Interés Cultural. Junto a una ermita dedicada San Sebastián se alza el camposanto, que asoma como una balconada blanca al cauce del Guadalmedina y la autovía de las Pedrizas.

El pueblo, consciente de la belleza de su camposanto, celebra en el día de Todos los Santos, dentro de su Semana Cultural, recitales poéticos y visitas guiadas para poner en valor este cementerio, uno de los más impresionantes de la Costa del Sol.


Cementerio de Benadalid

En el Valle del Genal, entre este río y el Guadiaro, y con apenas 250 habitantes, se alza el caserío de Benadalid. El cementerio de esta pequeña y tranquila población cuenta con la peculiaridad de estar fortificado.

En efecto, su castillo es desde el siglo XIX el camposanto en donde los benalizos entierran a sus familiares y vecinos. Esta construcción puede ser original del siglo II correspondiente a la ocupación romana, si bien los principales indicios arquitectónicos que hoy quedan corresponden a la arquitectura árabe.


Cementerio Inglés, en Málaga

Finalizamos la ruta por los cementerios de la Costa del Sol por el que es el primero protestante construido en España. El cementerio inglés de Málaga, dedicado a San Jorge, fue levantado en 1831 en la Cañada de los Ingleses, en pleno barrio de La Malagueta, a los pies del monte Gibralfaro.
Su estructura aprovecha la cercanía del mar para plantearse como un paseo sosegado entre la generosa vegetación. Aquí yacen figuras importantísimas de la cultura andaluza, como Jorge Guillén o Gerald Brenan.

En este cementerio también reposan los fallecidos en el naufragio de la fragata alemana Gneisenau, ante el que la ciudad respondió con denodado esfuerzo para su auxilio, y que provocó por parte del gobierno alemán del Puente de Santo Domingo y el título de ‘Muy Hospitalaria’ para la ciudad de Málaga. Este cementerio es Bien de Interés Cultural desde el año 2012.

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