La grandiosidad de los fondos del antiguo convento de capuchinos de Málaga, actualmente iglesia de la Divina Pastora y Santa Teresa, es posible contemplarla gracias a la exposición ‘Tesoros de Capuchinos’. La muestra, que podrá visitarse hasta el 29 de abril en la sala ArsMálaga del Palacio Episcopal, saca a la luz piezas de imaginería fundamentalmente del siglo XVII y XVIII. Todos los trabajos de restauración han sido llevados a cabo por los profesionales Francisco Naranjo Beltrán y Ángeles Mulero. Una tarea que llevaban realizando desde el pasado mes de octubre y que se ha ejecutado gracias a la financiación de Fundación Málaga.
Varios espacios componen este recorrido por el que se viaja en el tiempo a través de diversas maravillas barrocas. La primera sala da protagonismos a las devociones franciscanas, por un lado a Félix Cantalicio tallado por el discípulo de Pedro de Mena, Miguel De Zayas, que se presenta con un Niño Dios en los brazos siguiendo la tradición de que un día en un momento de oración la propia Virgen María se lo entregó. Por otro, se encuentra un San Fidel de Sigmaringa mártir, de hechura mínima italiana del siglo XVIII. A continuación, le llega el turno a los santos propios de la observancia que acoge los dos únicos lienzos de la exposición, uno con la imagen de San Antonio de Padua y realizado por Juan Ramírez de la Fuente en 1629 y otro con San Luis de Tolosa, atribuido al mismo autor que el anterior. Ambos estaban en un estado “lamentable” según explican desde la organización, de hecho el primero de ellos tuvo que ser reentelado entero para poder proceder a su restauración. Además, se encuentran San Francisco de Asís orante, penitente y con el niño, San Buenaventura y Santa Clara. Ésta última se presenta portando una custodia recreando la creencia de que la Santa ante el ataque sarraceno el convento donde ella se encontraba, salió con el santísimo y paró la invasión. La última zona está protagonizada por las devociones capuchinas e incluye entre otras, la imagen de la Inmaculada Concepción.
También forma parte el busto del Ecce Homo que se venera en el templo con la advocación de Cristo de las Lágrimas, atribuido a Miguel de Zayas y con el que se realiza un via crucis en la tarde del Viernes de Dolores, San José, Santa Ana y el Cristo Crucificado que preside el ático del retablo mayor La imagen de la Divina Pastora del Almas, tallada por José Montes de Oca en el siglo XVIII y titular del templo se encuentra también de manera simbólica gracias a una reproducción fotográfica. Esta imagen, desde el cierre del templo recibe culto en el santuario de María Auxiliadora, situado en el mismo barrio de Capuchinos. La nota ‘moderna’, la pone la imagen de vestir de una Santa Teresa de nueva hechura realizada por el imaginero malagueño Juan vega Ortega y que ocupará una de las hornacinas del altar mayor del templo pastoreño cuando reabra sus puertas al culto y sí sustituir a l que se encontraba hasta el cierre temporal, realizada en escayola y de de escasa calidad artística. Aún no hay fecha cerrada para dicho momento pero desde el Obispado apuntan que su deseo, e intenciones, es que sea para la primavera. La aparición de nuevas punturas murales ha retrasado dichos plazos.
