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Málaga, como crisol de los conceptos cofrades

La Novia de Málaga volvió a renovar sus votos con la ciudad mientras que Las Penas recordó a la Patrona con su manto de flores

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LA VIRGEN DEL ROCÍO CORONADA.

LAS PENAS EN SU ORATORIO.

PERSPECTIVA DE LA VIRGEN DE GRACIA.

VIRGEN DE LA ESTRELLA.

JESÚS DE LA HUMILLACIÓN Y PERDÓN.

VIRGEN DEL ROSARIO.

NUEVA ESPERANZA.

JESÚS DE LA SENTENCIA.

CORTEJO DE LA SENTENCIA.

  • La Virgen de Gracia, de la cofradía del Rescate, estrenó una saya de estilo neogótico

Hay un mantra en la Málaga cofrade que no por manido es menos cierto y es el que dice que la Semana Santa es polié- drica y que hay tantas ‘semanas santas’ como cofrades hay. Esto es también aplicable a los carismas de las hermandades. Cada una por historia, tradición, filosofía o por las tres cosas a la vez imprime, o intenta imprimir, a su corporación y cortejo un perfil propio que le haga ser distinta entre el amplio abanico de posibilidades que ofrece la semana de Pasión. Y para hablar de variedad, el Martes Santo capitalino es un buen soporte. Es el día victoriano por excelencia y ahora que tanto se habla de identidad sociológica y geográ- fica, este barrio tiene mucho de qué hablar. Para empezar, el barrio de la Victoria tiene una Novia que el pueblo se encargó de coronar hace casi tres años pero cuyos brazos abiertos hicieron de Málaga ese novio expectante en cada esquina del Altozano para encontrarse con la gloria vestida de blanco. La cofradía del Rocío se puso en la calle con el sol radiante del medio día. Aquella tajante decisión de pasarse a la primera del día que tanta controversia causó, no ha hecho más que reforzar su presencia en la calle, su luz y sus filas de nazarenos en ambas secciones. Cabe destacar la amplísima guardería que acompaña a la imagen de Pio mollar: una esperanza en el relevo generacional y una forma de reconciliarse con la falta de compromiso de algunos penitentes, como ya se ha venido hablando desde estas líneas días atrás. La cofradía del San Lá- zaro con los años también ha conseguido que el ritmo de sus tronos, su manera de caminar discurra sin problemas con ensayos bien entendidos y encima, de carácter solidario. La Virgen iba esplendorosa por la calle Nueva, no cabía más grandeza. Qué bonito es disfrutar de cuando se hacen bien las cosas. Por su parte, el Señor de los Pasos en el Monte Calvario, que ha sido recientemente restaurado por Naranjo Beltrán después de un largo culebrón, hizo un apoteósico paso por la Tribuna Principal con una coreografía, muy medida y con mucho gusto que hizo que el público allí presente rompiera en sonoros aplausos. Y así siguió la cofradía con sus largas filas de capirotes blancos haciendo que ‘nevara’ en cada calle por donde pasaba. Una “alianza de mi ciudad” que decía el pregonero y que se renueva cada año como un voto de fidelidad matrimonial.

Siguiendo con el barrio de la Victoria, la cofradía del Rescate no sólo aporta colorido a la jornada si no que cada vez, sin perder la esencia, ha ido evolucionando en sus conceptos y propone grandes atractivos a la tarde. Uno de ellos es ese patrimonio neogótico que ha ido ampliando paulatinamente y que este año se ha visto incrementado con una saya en tonos lilas, obra de Joaquín Salcedo que es una auténtica joya y que resaltaba muchísimo en el trono, así como las cabezas de varal y el arco de campana que dotaban de mucha armonía al conjunto. Cerca también de la Victoria, pero en ese punto en el que se unen además el Centro y la Cruz Vede, es de donde partió la cofradía de la Sentencia, que tras el citado cambio de horario del Rocío es la encargada de cerrar la jornada. Al cierre de esta edición caminaba buscando el recorrido oficial pero también le esperaba uno de los momentos más concurridos del día como es la ‘macropetalada’ que le ofrecen desde hace años a la Virgen del Rosario en sus Misterios Dolorosos en la calle Cárcer.

El entorno de Pozos Dulces se reviste de una atmósfera especial cuando la cofra día de las Penas se echa a andar. El caminar del Cristo de Agonía que intenta escapar de la cruz a la vez que se le escapa vida es una escena imponente. Es una mecida clásica, sin estridencias y en unión asentada desde hace mucho tiempo con la banda de cornetas y tambores de la Esperanza. Le beneficia lo mismo el sol para entrar a la calle Nueva que el recogimiento al paso por la Tribuna Principal. Afortunadamente, los graves problemas internos que sufre la cofradía no se dejan ver demasiado en la salida procesional. Por su parte, la Virgen de las Penas recordó el LXXV aniversario de coronación canónica y el CL aniversario de patronazgo de Santa María de la Victoria, patrona de Málaga y su Diócesis en su tradicional manto de flores con una silueta de la Virgen.

Desde el Perchel llegaba la imponente figura de Nuestro Padre Jesús de la Humillación y Perdón acompañado de la Virgen de la Estrella, que se pudo ver vestida de blanco gracias al estreno una nueva saya ejecutada en el taller malagueño de Manuel Mendoza a raíz de unos bordados antiguos.

Casi a la vez que la Novia de Málaga pero desde un punto mucho más lejano, se puso en marcha la hermandad de Nueva Esperanza, que como siempre venció los límites de los esfuerzos para poder cumplir con su salida procesional. Casi quince horas de penitencia cruzando una ciudad que ha observado con el paso del tiempo como la cofradía de Santa Ana y San Joaquín, del barrio de Nueva Málaga, ha ido puliendo su puesta en escena. Con un hermano mayor recientemente elegido, la cofradía puso en la calle los nuevos equipos nazarenos que realzaban a sus penitentes.

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