El director general de la Vuelta Ciclista a España, Javier Guillén, destacó este jueves en Málaga que esta carrera se ha transformado en los últimos diez años y no es comparable con el Giro de Italia ni con el Tour de Francia porque es "innovadora, intensa e impredecible".
Guillén se refirió a diversos aspectos de la Vuelta, que en su próxima edición se iniciará en Málaga el 25 de agosto, y relató que, con la llegada de su equipo hace diez años, la prueba ha sufrido "una auténtica transformación".
"Se ha trabajado en la marca 'Vuelta' y nos definimos como una carrera propia, única y exclusiva y eso lo hacemos a través de la imagen del maillot rojo", explicó en un desayuno informativo de Europa Press.
Esta innovación se ha llevado a cabo desde 2009 y otra prueba de ello es que el próximo 25 de agosto el evento dará comienzo desde el Museo Pompidou de Málaga, "lo que da un sentido completamente global a la carrera", aseguró.
"Hemos sido una carrera que ha querido innovar desde el punto de vista de descubrir lugares; la Vuelta puede llegar a cualquier sitio y sirve como motor económico de los lugares que visita", elogió.
El director general de la carrera afirmó que ha sido la calidad lo que le ha hecho a la Vuelta permanecer en el mercado, "la calidad precedida de un concepto que es fundamental: la credibilidad", dijo.
Javier Guillén expresó que lo más importante no es lo que la Vuelta es, sino "lo que quiere ser" y quiere ser una "plataforma de comunicación" donde no solo se cuentan acontecimientos, sino "que también se enseña", apuntó.
El director de esta competición también quiso hacer referencia a un tema polémico en lo que al ciclismo se refiere, la presencia de las azafatas, e hizo hincapié en que desde la dirección de esta competición "se ha llevado a cabo una transformación del protocolo y se ha sido completamente sensible a lo que es la polémica".
"Hemos tratado de aunar todas las sensibilidades y consideraciones y hemos hecho cambios en el protocolo de actuación en el podio, pero algo muy importante que tengo que decir es que seguimos teniendo azafatas y siguen conservando los mismos puestos de trabajo que antes de la polémica", subrayó.