Ante las adversidades es cuando se conocen a las verdaderas personas, es cuando realmente salen a relucir las verdaderas actitudes que deberían definir a los líderes de nuestra sociedad, sirviendo como modelos de referencias y como ciudadanos ejemplares elegidos por el pueblo: “Por y para el pueblo”. Nada parecido con la realidad es lo que hemos visto en estos días, en los que una veintena de políticos han mostrado una de las peores actitudes del ser humano: aprovechándose de sus respectivos cargos se han puesto la vacuna de la Covid-19 saltándose las prioridades que se han marcado dentro de los protocolos de vacunación.

Esta vergonzosa situación nos da una imagen real de quienes están al frente de este país y cuáles son las prioridades que tienen como responsables políticos, dejando clara esa cobardía y egoísmo que tanto repudia esta sociedad y que sigue saliendo a relucir en los peores momentos. Mientras los contagios siguen subiendo y siguen muriendo miles de personas cada día, estos pusilánimes cogen el camino más fácil faltándoles el respeto a todas y cada una de las vidas que se han quedado en el transcurso de esta pandemia, y sobre todo, de aquellas personas que perderán su vida sin tener la posibilidad de vacunarse, al no ser prioritarias.

En estos últimos años la clase política ha mostrado su peor versión, siendo la vergüenza de Europa, dejando el camino fácil para la peor calaña, que sigue mostrando ese egoísmo moral y ético que nos está llevando al caos. “Robando vidas” es la mejor forma de definir la actitud de estos pícaros y bribones, sinvergüenzas sin ningún tipo de pudor, de los que espero se tomen las medidas oportunas para que jamás vuelvan a ostentar ningún cargo político, y que sus valores sean definidos públicamente y expuestos a la sociedad, a falta de brea y plumas, como correctivo ejemplarizante.