Nuevos datos sobre el famoso Otzi, la momia congelada hace 5.000 años hallada en un glaciar de los Alpes, revelan que fue asesinado con un certero disparo de flecha, tras un altercado días antes en el que sufrió heridas en una mano. La cabeza de flecha descubierta en 2001 en su hombro derecho sugiere una muerte violenta pero sin saber en qué circunstancias se produjo el crimen. Científicos de todo el mundo han presentado respuestas a esta y a otras cuestiones relacionadas con Otzi en el congreso organizado estos días en Bolzano (Italia) con ocasión del 25 aniversario de su descubrimiento.
En 2014, el Museo de Arqueología de Tirol del Sur comisionó al inspector jefe de investigación criminal de la policía de Munich Alexander Horn para esclarecer el caso Otzi usando los últimos métodos. Horn interrogó a varios ‘conocidos’ de la víctima, tales como arqueólogos del museo en que Otzi pasó varios años, expertos en medicina forense, radiología y antropología. Miembros del equipo también realizaron una inspección visual de la localización en Schnals donde el cuerpo fue encontrado.
Los resultados de la investigación fueron que Otzi probablemente no se sentía amenazado justo antes de su asesinato, porque la localización donde fue encontrado indica que había estado descansando mientras disfrutaba de una copiosa comida. En los días previos a su asesinato, sufrió una herida en su mano derecha, probablemente resultado de una acción defensiva durante un altercado. No había más heridas en su cuerpo, y esto puede indicar que él no salió derrotado en este particular conflicto,
El disparo de flecha, que probablemente fue fatal, parece haber sido efectuado desde gran distancia y cogió a la víctima por sorpresa, de lo que se puede inferir que fue un acto de traición. Otros hallazgos médicos sugieren que la víctima fue abatida y que el agresor no uso más violencia. El asesino, posiblemente, no deseaba un enfrentamiento físico, y por eso eligió una larga distancia para atacar al hombre de hielo.