Walter Ricciardi, asesor para la pandemia del ministro de Sanidad italiano, Roberto Speranza, insistió hoy en que el Gobierno debe prolongar el estado de emergencia, que concluye el 31 de diciembre, ante "un invierno que se presenta duro y en el que habrá que tomar decisiones".
Italia debate desde hace algunas semanas sobre qué ocurrirá con el estado de emergencia, que permite, entre otras cosas, que el presidente del Gobierno apruebe normativas de urgencia sin que pasen por la ratificación parlamentaria, y que fue decretado al inicio de la pandemia y que por el momento será válido hasta el 31 de diciembre.
"Desde el punto de vista de la salud debe continuar. El invierno será muy duro y habrá que tomar decisiones para contener el virus. Estoy pensando en una intensificación del certificado de vacunación con más controles. No basta con hacer las reglas, hay que aplicarlas", dijo Riccardi en una entrevista publicada hoy en el diario "La Stampa".
Para Riccardi, “las medidas tomadas y el elevado número de personas vacunadas hacen que el aumento de casos sea lineal y no exponencial, pero sigue siendo un crecimiento de contagios y muertes. Pero enero puede ser muy preocupante y conviene prorrogar el estado de emergencia”.
Destacó que aún "hay 6 millones de adultos y 3 millones de niños sin vacunar, una importante reserva para el virus, con numerosas vulnerabilidades que explican las muchas muertes” y añadió que "la variante ómicron podría causar menos enfermedades, pero si fuera más contagiosa empeoraría aún más la situación".
Según algunos medios, el Gobierno estaría evaluando la posibilidad de no renovar el estado de emergencia, pero en cambio dar mayores poderes al actual comisario extraordinario para la gestión de la emergencia, el general Paolo Figliuolo.
Mientras tanto, Italia avanza en su campaña de vacunación y ya este fin de semana en algunas regiones se empezó con los niños entre 5 y 11 años.