El misil balístico de corto alcance lanzado hoy por Corea del Norte recorrió 600 kilómetros con un apogeo de unos 60 km antes de caer en aguas del mar de Japón (llamado mar del Este en Corea), según los análisis de la milicia surcoreana.
El Estado Mayor Conjunto (JCS) detectó el lanzamiento a las 6:53 hora local (21:53 GMT del sábado), que se habría realizado desde el condado de Taechon, en el noroeste del país, según las autoridades de inteligencia surcoreana y estadounidense, que siguen analizando el lanzamiento para esclarecer otros detalles.
El test balístico de este domingo se produjo dos días después de que el portaaviones de propulsión nuclear estadounidense USS Ronald Reagan y su grupo de ataque llegaran al puerto surcoreano de Busan para participar en unas maniobras conjuntas, frecuentemente criticadas por Pionyang por considerarlas una amenaza.
Poco después del disparo, el jefe del JCS, el general Kim Seung-kyum, y el general Paul LaCamera, comandante del Comando de las Fuerzas Combinadas de Corea del Sur y Estados Unidos, mantuvieron conversaciones para abordar su coordinación en materia de seguridad.
Ambos reafirmaron que a través de las maniobras marítimas de finales de este mes y otros esfuerzos, sus países "consolidarán aún más su postura de defensa combinada contra cualquier amenaza y provocación de Corea del Norte", según un comunicado remitido a los periodistas y publicado por la agencia local de noticias Yonhap.
"Si bien hemos evaluado que este evento no representa una amenaza inmediata para el personal o el territorio de EE.UU., o para nuestros aliados, el lanzamiento del misil destaca el impacto desestabilizador de los programas ilegales de armas de destrucción masiva y de misiles balísticos de la RPDC", añade el texto.
RPDC son las siglas de República Popular Democrática de Corea, el nombre oficial de Corea del Norte.
El proyectil cayó en aguas fuera de la zona exclusiva económica (ZEE) de Japón, según su ministro de Defensa, Yasukazu Hamada.
El lanzamiento coincide también con la inminente llegada a la región de la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, que tras asistir el próximo día 27 en Tokio al funeral de Estado por el ex primer ministro japonés Shinzo Abe, tiene previsto visitar Corea del Sur a finales de la próxima semana.
Este último lanzamiento se produce, además, tras varios días de informes que señalan que Pionyang se estaría preparando para probar un nuevo submarino con capacidad para lanzar misiles balísticos.
Se trata de la quinta propulsión de misiles norcoreana desde que el conversador Yoon Suk-yeol llegara a la presidencia del Sur en mayo.
Corea del Norte ha realizado este año un número récord de ensayos de proyectiles tras aprobar el año pasado un plan de modernización armamentística y ha endurecido recientemente su política nuclear, entre informaciones de que estaría en condiciones desde hace meses de poder realizar la que sería su séptima prueba nuclear y la primera desde 2017.