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Voces críticas del PSOE creen que la bicefalia puede perjudicar al partido

Algunos dirigentes se han decantado en privado a adelantar al próximo verano la celebración del 38 Congreso

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Algunos dirigentes del PSOE han comenzado a cuestionar la conveniencia de que José Luis Rodríguez Zapatero siga al frente de la Secretaría General un año más, cuando dentro de unas semanas habrá un nuevo candidato para las generales y se abrirá entonces una bicefalia de la que no se guarda buen recuerdo.

Así lo reconocen varios dirigentes socialistas consultados por Efe, que prefieren mantener el anonimato y que en privado muestran sus dudas sobre la línea oficial del partido, que defiende que Zapatero se mantenga como secretario general hasta el próximo congreso federal.

Zapatero anunció el pasado 2 de abril que no optará a un tercer mandato como presidente del Gobierno y apostó por convocar unas elecciones primarias para elegir al nuevo cartel electoral, pero dejó clara su intención de seguir como secretario general hasta el próximo congreso federal.

Desde la dirección federal se ha respaldado esta estrategia y todos los miembros de la Ejecutiva consultados han repetido la misma consigna: Zapatero seguirá de líder y el congreso ordinario se celebrará "cuando toca".

En esa línea se han pronunciado el vicesecretario general, José Blanco, el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, y otros miembros de la Ejecutiva Federal.

Han descartado, así, la posibilidad de que se convoque un congreso extraordinario para designar a un nuevo equipo directivo.

Pero ese "cuando toca", sin embargo, tiene "gato encerrado", recuerdan algunas de las fuentes consultadas, habida cuenta de que a partir del próximo mes de julio ya podría celebrarse un congreso ordinario.

Y es que los estatutos del partido establecen un plazo muy amplio para convocar un congreso ordinario -un mínimo de tres años y un máximo de cuatro-, de manera que en julio se cumplen los tres años desde el 37 congreso federal de 2008.

Con ese argumento, algunos dirigentes han comenzado a decantarse, en privado, por adelantar al próximo verano, o como máximo al otoño, la celebración del 38 congreso, a fin de que el candidato que surja de las primarias se haga también con el control del partido.

Interpretan que el elegido en las primarias estaría mucho más reforzado para las elecciones generales si se hubiera hecho antes con las riendas del partido.

Temen además los problemas que puede acarrear una bicefalia, y se remiten a la época en la que Joaquín Almunia y Josep Borrell se repartieron estos puestos.

Un año escaso duró esa duplicidad, y fue incluso necesario que Almunia y Borrell llegaran a un acuerdo de reparto de poder, evitando así la celebración de un congreso extraordinario.

Sin embargo, fuentes de la dirección federal contrarrestan estos riesgos y sacan a relucir otros ejemplos en los que la bicefalia no ha causado mayores contratiempos, como en Extremadura, donde Juan Carlos Rodríguez Ibarra estuvo un año al frente del partido después de que Guillermo Fernández Vara le relevara como cartel electoral y fuera elegido presidente de la Junta.

Por eso, la dirección del PSOE no duda de que el congreso federal será después de las elecciones generales, como es lo habitual en el partido, lo que significa que debería ser en el verano de 2012 si Zapatero mantiene su voluntad de agotar la legislatura, tal y como ha asegurado.

Entretanto, los partidarios del vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, y de la ministra de Defensa, Carme Chacón, siguen explorando discretamente sus apoyos para presentarse a las primarias que serán convocadas por el Comité Federal del 28 de mayo.

Ni el uno ni la otra han dicho una palabra sobre sus intenciones en público, aunque en el PSOE dan prácticamente por seguro que ambos se medirán en las primarias, sin descartar que pueda presentarse también algún otro aspirante.

Con todo, las fuentes consultadas admiten que la confirmación de estas candidaturas puede depender en buena medida del resultado de las elecciones del 22-M y de cómo quede el mapa de poder para el PSOE. EFE

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