Poco antes de las 10:00 horas el helicóptero ha chocado contra una roca saliente en la ladera de un monte, se ha incendiado y ha quedado totalmente destruido, han explicado a Efe fuentes de la investigación.
El piloto Salvador Sánchez Túnez y el técnico de Red Eléctrica R.C.M. han perdido la vida cuando el helicóptero en el que se desplazaban se precipitó al suelo en una zona escarpada y de difícil acceso del Puerto de Angulo, ha manifestado a Efe la subdelegada del Gobierno en Burgos, Berta Tricio.
La empresa "Inaer", propietaria del aparato, ha achacado el accidente a la "meteorología adversa y la baja visibilidad" debida a la densa niebla, aunque habrá que esperar a las conclusiones de la Comisión de Investigación de Accidentes que ya ha enviado a la zona un equipo para analizar los restos del helicóptero modelo Bell 407, matrícula EC-IMZ.
Al parecer, Red Eléctrica Española había alquilado el helicóptero a Inaer Helicópteros S.A., con sede en Muchamiel (Alicante), para acometer labores de reconocimiento de las líneas eléctricas, han explicado a Efe fuentes de la Delegación del Gobierno en Castilla y León.
Una vez que la Guardia Civil ha recibido la noticia del siniestro, acudieron al lugar del suceso patrullas de Seguridad Ciudadana, Tráfico y el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), que hallaron el aparato siniestrado en el punto kilométrico 34,200 de la carretera BU-550, en la falda de la montaña.
En el operativo han intervenido también las patrullas y un equipo de rescate e intervención en montaña de la Benemérita, Bomberos y un grupo de rescate del Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León, que han contado con el apoyo material de dos helicópteros.
Debido a lo escarpado del terreno y a la niebla que había en la zona, uno de los fallecidos pudo ser rescatado por un helicóptero, mientras que el otro se tuvo que recuperar por vía terrestre.
El levantamiento de los cadáveres se ha llevado a cabo a las 15:20 horas, tras lo que han sido conducidos al Instituto Anatómico Forense de Burgos, han concretado fuentes de la Subdelegación del gobierno en la provincia burgalesa.
El piloto estaba casado y tenía tres hijos, trabajaba en Inaer desde 2007 y contaba con más de 1.500 horas de vuelo en este tipo de servicios.
La otra víctima, aunque natural de León, residía en la pedanía burgalesa de Vivanco, también estaba casado y tenía dos hijos.
Con estas dos muertes, asciende a diez el número de víctimas mortales contabilizadas en lo que va de año en accidentes de aeronaves de tipo civil.
El suceso con más víctimas mortales tuvo lugar el pasado 19 de marzo, cuando seis miembros de una brigada antiincendios del Gobierno de Aragón murieron en Teruel, al estrellarse el helicóptero en el que viajaban para apagar un incendio en la localidad de Villel. Sólo sobrevivió un ocupante del aparato, un bombero forestal, compañero de las víctimas.
También a principios de abril, un autogiro, con dos personas en su interior, se precipitó sobre una finca privada localizada entre las poblaciones gaditanas de Medina Sidonia y la pedanía de Naveros, falleciendo los dos ocupantes.
El siniestro ocurrido este martes en Burgos se ha registrado sólo un día después de la muerte de cuatro hombres de nacionalidad polaca al estrellarse dos avionetas privadas junto al aeropuerto de Asturias.