El presidente y el primer ministro de Israel, Simon Peres y Benjamin Netanyahu, respectivamente, han aplaudido la decisión de Canadá de cerrar su Embajada en Irán y solicitar a todos los diplomáticos iraníes que se encuentran dentro de sus fronteras que abandonen el país en el plazo de cinco días tras ser declarados 'persona non grata', al tiempo que han pedido a otros países a seguir el ejemplo.
"Canadá ha demostrado una vez más que la moral va antes que el pragmatismo. Canadá ha demostrado que la política ha de reflejar principios y valores", ha dicho Peres a través de un comunicado emitido a última hora del sábado, según ha recogido el diario israelí 'The Jerusalem Post'.
"Agradezco al primer ministro (canadiense), Stephen Harper, al gobernador general David Johnston, y a la nación canadiense su postura, basada en la moral y la esperanza de que otros países lo vean como un ejemplo", ha agregado, antes de valorar que "el aislamiento diplomático de Irán es importante para la seguridad y la estabilidad de todo el mundo".
Por su parte, Netanyahu ha indicado que la decisión es un mensaje claro a Irán y al mundo. "Una semana después de la muestra de antisemitismo y odio en Teherán --en referencia a la cumbre del Movimiento de Países No Alineados-- el Gobierno de Canadá ha tomado una decisión moral de primer orden", ha dicho.
"La determinación de Canadá es muy importante para que los iraníes entiendan que no pueden seguir su carrera hacia las armas nucleares. Esta medida práctica ha de servir como ejemplo de responsabilidad internacional para la comunidad global", ha añadido el jefe de Estado israelí.
El viernes, el ministro de Exteriores canadiense, John Baird manifestó que "las relaciones diplomáticas entre Canadá e Irán han quedado suspendidas" y que "todo el cuerpo diplomático canadiense ha abandonado Irán". Además, dijo a los diplomáticos iraníes en Ottawa que "tienen orden de abandonar el país en un plazo de cinco días".
Baird citó entre las razones de la decisión el incremento de asistencia militar iraní a Siria, la negativa de la república islámica a cumplir con las resoluciones de la ONU sobre su programa nuclear, y la constante amenaza que representa contra la existencia de Israel y contra la estabilidad mundial.
"Nuestra postura es bien conocida", indicó Baird a través de un comunicado. "Canadá contempla al Gobierno de Irán como la amenaza más importante a la paz mundial y a la seguridad actual en el mundo", aseveró.
"Irán se encuentra entre los peores violadores de los Derechos Humanos del mundo, que alberga y da apoyo material a grupos terroristas", explicó el ministro. "Todo ello ha obligado al Gobierno canadiense a incluir formalmente a Irán en su lista de estados financiadores del terrorismo", indicó.
Por último, el ministro anunció que el Gobierno canadiense "advierte a todos sus ciudadanos de que se abstengan de viajar a Irán por cualquier motivo" y recuerda en particular a los canadienses con nacionalidad iraní que el Gobierno de Irán "no reconoce el principio de la doble nacionalidad" por lo que resulta "virtualmente imposible" para el Gobierno canadiense ofrecer asistencia consular a aquellos ciudadanos canadiense-iraníes que lo necesitaran.
En respuesta, el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast, apuntó que "las acciones hostiles del Gobierno racista de Canadá están en línea con las políticas dictadas por los sionistas --en referencia a Israel-- y el Gobierno británico".
"El cierre de la sección de visados de la Embajada canadiense en Teherán, la congelación de las cuentas bancarias de los iraníes que residen en Canadá y la prohibición de transferencias a los estudiantes iraníes en el país están entre las muchas medidas hostiles del país norteamericano contra Irán y la comunidad iraní en territorio canadiense", agregó.
"El cierre de la Embajada de Irán en Teherán es considerado como la continuación de las políticas anti iraníes de (el primer ministro canadiense, Stepher) Harper y como una reacción al éxito de la cumbre del Movimiento de Países No Alineados en Teherán", remachó.